Nuevo seísmo que sacude la V. República francesa

Los resultados de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, al margen de la clasificación para la segunda vuelta de Emmanuel Macron y Marine Le Pen, han traído una auténtica convulsión política. Un seísmo que quedará para la historia. Y es que desde la Revolución francesa el Estado siempre había sido gobernado por manifestaciones de ambos bandos: la derecha y la izquierda. Conocida como «clivage gauche-droite», el comportamiento electoral giraba en torno a ese eje. En la jornada de ayer, tan cargada de esa extraña sensación de que podía pasar cualquier cosa, de que tras el Brexit y la victoria de Trump podría llegar un tercer gran shock, se votó más en términos de centro y extremos, entre proyectados «ángeles» y supuestos «demonios».


Además de la humillante demolición de la estructura tradicional de partidos, el golpe ha sido particularmente duro para el Partido Socialista. Con el peor resultado de su historia, le espera una larga travesía en el desierto, podría significar dejarle definitivamente KO, sin objetivos ni respeto social, sin posibilidades de sobrevivir. Muchos de sus votantes han optado por un Macron que se alimenta de ambos bandos y ha conseguido el sorpasso. Desconocido para el gran público hace dos años, ha sido un candidato construido y aupado por apoyos sistémicos y mediáticos. Autoproclamado «de derechas y de izquierdas», o cuando le conviene como «ni de izquierdas ni de derechas», su irrupción cual OVNI político muestra en su raíz el problema de un edificio, de un sistema que se desmorona.


Todos querrán repetir ahora lo que ya hicieron en 2002 con Le Pen padre, a saber, concentrar el voto en Macron, una llamada de salvación de la República, de Europa, frente al caos, desde todos los candidatos, medios de comunicación y cancillerías. En quince días sabremos si la «barricada republicana» vuelve a funcionar o no. Lo que ofrece menos dudas es que sea capaz de sujetar ese edificio, el de la V República, que se tambalea irremediablemente.

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