Sentido democrático y madurez política

Un día después de la comparecencia del Foro Social y miembros del Grupo Internacional de Contacto (GIC) en la que hicieron públicas cuatro recomendaciones relacionadas con la situación de los presos y presas vascos, los principales partidos de Ipar Euskal Herria, de todas las tendencias, presentaron, también con la presencia de miembros del GIC y de Lokarri, un documento en el que emplazan al Gobierno francés a implicarse en un proceso resolutivo. Un documento de gran calado en el que proponen una serie de medidas concretas referidas a presos y exiliados y a otros aspectos de la resolución del conflicto, como el desarme o el reconocimiento y reparación de todas las víctimas, e incluso, en un plano más estrictamente político, la demanda de un marco institucional propio para Ipar Euskal Herria.


Son muchos los agentes políticos, sindicales y sociales que, unos en mayor medida que otros, han hecho sus aportaciones al proceso de resolución o al menos han mostrado su disposición a hacerlo. Las fuerzas políticas de Ipar Euskal Herria han hecho aportaciones notables y las siguen haciendo de forma consensuada y ejemplar. Ninguno de esos partidos ha renunciado a sus postulados, ni tiene por qué hacerlo, pero todos han sido capaces de unirse puntualmente en la denuncia de actuaciones represivas, como la persecución de Aurore Martin, y también en citas como la Conferencia de Aiete o el Foro de Baiona, y conjuntamente han avanzado en lo que no es sino la defensa de los derechos de todos, demostrando su compromiso con ellos.


También la sociedad vasca ha aportado y debe seguir haciéndolo como protagonista del proceso. Y reclama a todos que hagan lo propio, como están haciendo los partidos de Ipar Euskal Herria en una muestra de sentido democrático y madurez política, cualidades que se echan en falta al otro lado del Bidasoa y, ni qué decir tiene, en los gobiernos de Madrid y París.

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