Un día de carrera en el hipódromo de Donostia

Lunes, día de carreras en el hipódromo durante el mes de julio. Los cascos de los caballos todavía retumban en la pista y los participantes en la siguiente carrera ya se acercan al paddock, donde los aficionados podrán observarlos de cerca y decidir así por quién apostar su dinero. El público es variado y desmiente el prejuicio de que la hípica, al menos en lo que respecta a los espectadores, sea high-class. El ritual se repite cinco veces: apuestas, carrera, entrega de trofeos. Y en el centro de todo estos estilizados animales, nobleza y nervio a partes iguales.

2016 UZT. 12