Beñat Zaldua
Iruñea

El país de los indultos

Desde el final del franquismo, en el Estado español casi 500 personas condenadas han sido indultadas al año, una potestad que permite al Gobierno español enmendar las decisiones judiciales, muchas veces cuando atañen a policías torturadores o a políticos y empresarios corruptos. Así ha pasado recientemente con cuatro mossos condenados por torturas; un hecho habitual durante los últimos años en Euskal Herria.

El Gobierno de Mariano Rajoy ha decretado 468 indultos en lo que lleva de legislatura. (Dominique FAGET/AFP PHOTO)
El Gobierno de Mariano Rajoy ha decretado 468 indultos en lo que lleva de legislatura. (Dominique FAGET/AFP PHOTO)

En julio de 2006, cinco mossos d'esquadra detuvieron por error a un ciudadano, tras lo cual le propinaron una paliza y lo amenazaron hasta con una pistola en la boca para que confesase. Aclarado el malentendido y con el torturado en libertad, en 2008 la Audiencia Provincial de Barcelona condenó a tres de los agentes a seis años y siete meses de prisión, a otro a dos años y tres meses y al quinto a seis meses.

Después de que el Tribunal Supremo dejase en 2009 la condena a los tres principales inculpados en cuatro años y nueve meses, el Gobierno español concedió en febrero de este año un indulto parcial a los cuatro mossos cuyas condenas ascendían a más de dos años, pensando que así evitarían la cárcel. Así lo reconoció también el Sindicat d'Inspectors i Intendents del Cos de Mossos de Esquadra, que recientemente salió en defensa de los mossos condenados, recordando que las penas inferiores a dos años no suelen comportar un ingreso en prisión.

La sorpresa llegó cuando la Audiencia ratificó el ingreso en la cárcel pese al indulto, al considerar grave la conducta de los agentes. Pero de nuevo apareció el indulto, una figura legal que ilustra por sí sola la levedad de aquella norma que habla de la independencia del poder judicial. El pasado 23 de noviembre, el Gobierno del PP volvió a indultar a los cuatro mossos, que finalmente no pondrán un pie en prisión y podrán seguir patrullando las calles catalanas.

El caso ha sido tan clamoroso que hasta la tradicionalmente silenciosa judicatura se ha pronunciado. Dos centenares de jueces criticaron el indulto a los mossos a través de un manifiesto en el que también ponían en duda una figura legal que en el Estado español se aplica mediante una ley de 1870. Esta ley deja el ‘derecho de gracia’ en manos del rey, pese a que normas posteriores la dejan a cargo del Consejo de Ministros, que no tiene por qué justificar la razón del indulto.

Jueces y abogados explican que el indulto es una figura válida y necesaria en casos extremos en los que el Código Penal obliga al juez a imponer una condena, pero cuyo cumplimiento carece de sentido. Algunos abogan, de hecho, por que el derecho de decretar un indulto pase al poder judicial, para establecer más nítidamente la separación de poderes –léase la entrevista adjunta–, mientras que todos coinciden en la necesidad de argumentar la motivación del indulto.

Algo que, sin embargo, no ocurre en el Estado español, donde la figura se ha convertido en un cajón de sastre gracias al cual condenados de diverso pelaje evitan el paso por prisión. Solo este año, el Gobierno de Rajoy ha indultado –además de los cuatro mossos– al exalcalde del Valle de Abdalajís, Tomás Gómez Arrabal (PP), y la cúpula de su Gobierno municipal condenada por corrupción, a dos oficiales del Ejército condenados en el caso del Yak-42 y a un ex alto cargo de CiU y un empresario por corrupción. Zapatero tampoco fue menos, ya que para la historia quedó el indulto a Alfredo Sáenz, mano derecha de Emilio Botín en el Banco Santander.

17.026 indultos desde Suárez hasta Rajoy

Tampoco es la de los mossos la primera ocasión en la que se indulta a policías condenados por tortura. En Euskal Herria, los perdones gubernamentales superan la treintena, como se repasa en el reportaje adjunto.

La manga ancha de los diferentes Gobiernos españoles con el indulto queda reflejada en los 17.026 indultos que han aprobado desde Adolfo Suárez hasta Mariano Rajoy. De todos los presidentes, José María Aznar se lleva la palma, con un total de 5.948 indultos en ocho años, a dos por día, entre ellos los del GAL. Felipe González se quedó tan solo a cuatro indultos de los decretados por Aznar, aunque Zapatero tampoco fue manco, con un total de 3.378. Rajoy también promete, ya que en lo que lleva de año ha aprobado 468. Cabe destacar, como lo hacia recientemente Ignacio Escolar, que durante sus ocho años de mandato, George W. Bush apenas concedió dos centenares de indultos.