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Kutxabank en 10 preguntas

BBK y Vital sellaron ayer, en sendas polémicas asambleas, su conversión en fundaciones privadas, abandonando más de un siglo de carácter público al servicio del tejido social y productivo del territorio. Más allá del cambio estatutario, en NAIZ hemos querido preguntar a miembros de Ekai Center sobre las implicaciones de este último paso. Estas son las respuestas.

Protestas ayer contra la privatización de BBK, frente a la sede de la caja. (Luis JAUREGIALTZO/ARGAZKI PRESS)
Protestas ayer contra la privatización de BBK, frente a la sede de la caja. (Luis JAUREGIALTZO/ARGAZKI PRESS)

¿Qué supone convertir estas dos cajas públicas en fundaciones privadas?
La consecuencia fundamental es el cambio en la estructura de poder. Es decir, lo que antes era una estructura bajo control público y social queda ahora en manos de un patronato de 15 personas, de las cuales solo tres están sometidas a control externo. Las otras 12 están sometidas a un régimen de cooptación, es decir, que a partir de ahora los mismos miembros del patronato son los que designarán a sus sucesores. En resumen, se establece un sistema de poder blindado frente a cualquier control público o social.

Los impulsores de este cambio han asegurado que nada va a cambiar en las cajas. ¿Es así?
Es un comentario absurdo, una falsedad absoluta a ojos de quien conoce la información, porque cambia todo y, sobre todo, cambia lo fundamental. Las cajas son como son y han actuado como han actuado como consecuencia del control público y social a la que estaban sometidas. Si desaparece el control público y social, cambia todo.

¿Qué va a pasar con la obra social?
En principio, el futuro de la obra social queda en manos de los miembros del patronato. En este sentido, hay que insistir en que la obra social existe porque las cajas estaban sometidas a un régimen de control público social, que era el que imponía estas aportaciones a la obra social. Si este control desaparece, lo lógico es que la obra social vaya desapareciendo de forma progresiva.

¿Y qué pasará con la implicación de las cajas en el tejido social y productivo del territorio?
Más de lo mismo. Las cajas han sido un instrumento de gran importancia en la financiación de las pymes y de los autónomos de nuestros territorios, porque han tenido un compromiso especial que no tiene la gran banca. Este compromiso venía ligado también al control público y social, por lo que ahora queda completamente cuestionado. Existirá, o no, en la medida en que les venga en gana a los miembros del patronato y lo lógico es que vaya también desapareciendo.

Otra de las afirmaciones más recurrentes ha sido que esta medida servirá para despolitizar las cajas. ¿Es cierto?
Es curioso, porque se está haciendo todo lo contrario. Lo que está ocurriendo es que los partidos que tienen el poder en estos momentos se están blindando o, mejor dicho, están blindando a un grupo de amigos al frente de las ‘kutxas’. Por lo tanto, esta medida no supone ningún freno a la politización. Además, hasta ahora se puede decir que tenían el poder en las cajas de forma legítima, como consecuencia de haber ganado unas elecciones y tener una representación pública, pero a partir de ahora lo tendrán de forma ilegítima, porque se han atrincherado frente a cualquier cambio electoral. Se han apropiado del control de las cajas.

¿Cuál era la situación económica de las cajas vascas? ¿Resultaba obligada una decisión como la de ayer?
No era ninguna obligación y eso nadie lo pone en duda. Las cajas vascas tenían sus problemas por cosas que en los últimos años no se han hecho bien, pero en conjunto estaban en una situación saneada. No había ninguna razón de tipo financiero para cuestionarlas.

Los responsables de este proceso tienen nombres y apellidos...
Es evidente que esta decisión la han pactado expresamente las direcciones de los tres partidos políticos impulsores. Durante este largo proceso de cuatro años ha podido haber dudas sobre en qué medida lo que se estaba haciendo era responsabilidad de los gestores financieros o de los líderes políticos, pero este paso concreto deja claro que son los líderes políticos los que han tomado la decisión. Porque al fin y al cabo, se trata de una transferencia de poder en favor de esos círculos de confianza de las direcciones de estos partidos.

¿Las regulaciones españolas o europeas obligaban a dar algún paso así?
Para nada. En el caso europeo, no hay absolutamente nada que obligue a crear órganos de estas características. La única referencia podría ser una normativa española que, en cualquier caso, no era obligatoria todavía. Se podía optar por otras muchas opciones, algunas de ellas muy sencillas, pero se ha optado por esta conversión en fundaciones privadas simplemente porque es lo que se quiere hacer. Una opción que además escapa a cualquier lógica privatizadora habitual y se encamina hacia la peor de las formas organizativas empresariales, en la que no habrá ningún sistema de control ni supervisión.

¿En qué situación queda Kutxa en Gipuzkoa?
Habrá que ver, porque no sabemos exactamente cuáles son las razones de este retraso. Se está aludiendo repetidamente al mayor peso de EH Bildu en el origen del retraso, pero es necesario dejar claro que la decisión de Bizkaia y Araba es la que marca el futuro de Kutxabank, también respecto a Gipuzkoa. Es tan simple como que las cajas de Bizkaia y Araba tienen mayoría en Kutxabank. Las dos asambleas de hoy (por ayer) deciden cómo se controla la actividad financiera en Kutxabank, así como el importe que irá a la obra social, por lo que en manos de Gipuzkoa quedará más bien poco.

¿Es posible una marcha atrás en este proceso?
Teniendo en cuenta el contexto de amenazas expresas en el que se ha realizado la asamblea en Bizkaia, así como la falta de claridad en la información, parece claro que hay motivos de nulidad de dicha asamblea. Pero más allá de la vía jurídica, queda la presión social y las repercusiones electorales. Los tres partidos que acaban de nombrar a los miembros de los patronatos tienen todavía un nivel de influencia importante sobre los mismos y son sensibles a la repercusión social que puede tener el proceso. Por eso lo han acelerado y materializado en prácticamente dos semanas. Esa repercusión social puede ser clave a efectos de obligarles o no a reorientar el proyecto.