Mientras el president catalán, Artur Mas, todavía comparecía ante la prensa -lo ha hecho durante casi dos horas-, la Moncloa ha hecho público un comunicado con el cual el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, advierte «sobre los riesgos que la inestabilidad política podría suponer al incipiente proceso de recuperación».

Fiel a lo que ha venido repitiendo durante todo el año, Rajoy afirma que «la consulta es ilegal y que, por lo tanto, ni se puede celebrar ni se va a celebrar». Para ello, se ha apoyado en «lo que han expresado sobre el asunto tanto el Congreso de los Diputados como el Tribunal Constitucional».

Pese a la tajante negativa, adelantada por el propio Mas en su rueda de prensa, el comunicado asegura que, durante la reunión que ambos han mantenido en la Moncloa «Rajoy ha reiterado su disposición a seguir colaborando franca y lealmente en todo aquello que beneficie a los ciudadanos de Cataluña desde el reconocimiento de su contribución al progreso general de nuestro país».

Estas líneas referentes a la consulta, sin embargo, son las últimas de un comunicado centrado en alabar las bondades del trato del Gobierno español hacia Catalunya. Así, se lee que «Rajoy ha planteado al presidente Mas la conveniencia de colaborar de manera más intensa en lo que, a su juicio, es la principal prioridad de los ciudadanos de Cataluña y del resto de España, que es consolidar y acelerar la recuperación económica».