Los bomberos han recuperado esta pasada madrugada los cuerpos sin vida de dos personas y otros dos han aparecido a lo largo del día, sin que quede ya nadie por localizar, por lo que se espera que no haya más víctimas.
El edificio de cuatro plantas, situado junto a la estación de ferrocarriles de Rosny-sous-Bois, en los arrabales del este de París, se derrumbó a primera hora de la mañana del domingo, después de que se escuchara una fuerte explosión.
El ministro francés de Interior, Bernard Cazeneuve, se trasladó inmediatamente al lugar de los hechos y, aunque afirmó que hay que ser prudentes a la hora de determinar las causas del siniestro, adelantó que lo más probable es que se deba a un escape de gas.
En un primer momento, los servicios de rescate encontraron el cuerpo de un niño, posteriormente el de una octogenaria y más tarde los de una adulta y de su hijo adolescente, a los que se han sumado durante la madrugada y esta mañana tres nuevos cadáveres.