La protesta había sido convocada esta semana por las plataformas Yesa+No y Río Aragón tras la detección de grietas y el último desprendimiento de tierra en la ladera derecha del pantano.
Los manifestantes han pedido la paralización de las obras de ampliación de embalse, que según informó la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) este mes, prosigue con el levantamiento del nuevo cuerpo de la presa, que tiene ahora cien metros de altura y casi 3,5 millones de metros cúbicos de capacidad.
Los vecinos han pedido también que se releve al equipo técnico de las obras, así como el cese del presidente de la Confederación Hidrográfica, Xavier de Pedro, tras el nuevo deslizamiento de tierras en la zona.