El comité ejecutivo de ELA, encabezado por su secretario general, Adolfo Muñoz, ha hecho pública una declaración sobre las alegaciones presentadas por Confebask al decreto sobre depósito de estatutos de las organizaciones sindicales y empresariales, elaborado por el Gobierno español.

ELA y LAB han tenido acceso a un documento elaborado por Confebask en el que propone que se pueda dar de «baja» a estos dos sindicatos del registro de organizaciones sindicales en el caso de que persistan con sus opiniones y actividades fuera del ámbito laboral.

Tras hacerse público, Confebask contestó señalando que no sabía a qué documento habían tenido acceso los sindicatos y negando que hubiera pedido la ilegalización de ambos.

Este miércoles, ELA ha respondido con su convencimiento de que el documento es obra de la patronal: «Solamente desde la ingenuidad se puede pensar que no es de Confebask; lo que ha ocurrido es que no pensaban que iba a salir a la luz», ha opinado Muñoz.

Para ELA, con esta petición «Confebask quiere aprovechar este trámite para establecer un mecanismo que le permita eliminar a ELA y LAB como sindicatos», una actitud «golpista» que convierte a la patronal de la CAV «en la más reaccionaria de todo el Estado».

«Confebask se ha atrevido a proponer esta medida porque entiende que tiene la cobertura del poder político, incluido el Gobierno Vasco. Da por descontado –ha señalado Muñoz– que no habrá oposición de los gobiernos, a lo más palabras ambiguas».

Medidas

ELA ha exigido al Gobierno español que rechace la propuesta de Confebask, y para afrontar la cuestión, ha solicitado la citada celebración de sendas reuniones urgentes con el lehendakari y con el presidente del PNV, como partido responsable del gobierno.

Además, ha exigido al Gobierno de Lakua que no ponga en marcha la mesa de diálogo social, anunciada para la primera semana de diciembre, y a la que ELA y LAB se han opuesto.

Para Muñoz, «sentarse con una patronal que tiene como objetivo eliminar como sindicatos a ELA y LAB es dar cobertura a esa posición. Además, nuestra ausencia de la mesa sería utilizada, de prosperar lo que demanda Confebask al PP, como coartada para iniciar el procedimiento de ilegalización».

Las preguntas que han trasladado al lehendakari son dos: «¿está de acuerdo con que, si ELA y LAB no acudimos a esa mesa, se nos pueda retirar la condición de sindicatos? Siendo esa la solicitud de Confebask, ¿se va a sentar en una mesa de diálogo social con una patronal que pide eso?».

También darán a conocer su opinión al resto de partidos políticos, con los que están dispuestos a reunirse para tratar esta cuestión. Muñoz ha pedido además a CCOO y UGT que se pronuncien, señalando que «si les pasara a ellos, contarían con nuestra solidaridad».

Por último, ELA va a poner en marcha una campaña para que la clase trabajadora y la sociedad «sean conscientes de la gravedad de las intenciones de Confebask, con acciones de defensa del derecho a la libertad sindical».