Pablo CABEZA
BILBO

Ruper Ordorika: «Los discos se hacen redondos cuando alguien los escucha»

Ruper Ordorika ha presentado ‘Lurrean etzanda’, su álbum número dieciséis. Un disco grabado en estudio, pero con la libertad de un directo y la capacidad de improvisación de un disco de jazz. Como es habitual en él, graba con músicos internacionales «para no saber hacia dónde conduce la canción». Folk y rock se mezclan sin fronteras ni premisas.

Ruper Ordorika ha presentado ‘Lurrean etzanda’ en Bilbo. (Monika DEL VALLE/ARGAZKI PRESS)
Ruper Ordorika ha presentado ‘Lurrean etzanda’ en Bilbo. (Monika DEL VALLE/ARGAZKI PRESS)

Para muchos continúa siendo una característica curiosa que Ruper Ordorika grabe sus discos con músicos foráneos en lugar de hacerlo con aquellos que luego lo defienden en directo. El hecho no supone ninguna discriminación, simplemente se sigue una regla aceptada por todos de forma natural, y es que el noble creador no quiere saber hacia dónde conducen la canción los músicos que le acompañan, y bajo esta premisa nada mejor que reunirse con instrumentistas que solo cuentan con la base de la canción, que no le conocen y que están acostumbrados a jugársela de manera habitual. De hecho, resulta inimaginable un resultado como el obtenido en ‘Lurrean etzanda’ con los músicos de su entorno, ya que Kenny Wollesen, Simon Edwards, Leo Abrahams, más la colaboración de Jamie Saft, son especialistas en improvisar, en crear sobre la marcha.

En este aspecto quien más sobresale es el guitarrista londinense Leo Abrahams. «En el festival de Jazz de Donostia, con la banda del neoyorquino John Zorn tocaba Kenny Wollesen –quien lleva ya siete discos grabados con Ordorika–. Un noche quedamos para cenar y me dijo que para el disco tenía al guitarrista adecuado, que me iba a gustar mucho. Incluso Kenny ya le había hablado de mí y la posibilidad de tocar en el disco sin que yo le dijera nada. Y no se equivocó, es un músico espectacular».

Como singulares también son el resto, razón por la que en los estudios Elkar de Donostia los cuatro se reunieron hace unos meses, y durante tres días, con la intención de franquear las propuestas de Ruper con plena libertad de dirección y muchas tomas u opciones grabadas.

Kenny, especialmente, conocía las canciones, pero Leo no quiso saber nada de ellas, prefería enfrentarse a cada título el día de la grabación. Su magia y su habilidad es tan grande que, finalmente, ha conseguido unos fraseos y unas atmósferas impresionantes. Todo bajo las cálidas composiciones de un Ruper Ordorika inspirado tanto en música como en textos.

El resultado final es ‘Lurrean etzanda’, un disco de once canciones donde la tranquilidad, los espacios sutiles, donde la luz y la quietud se funden de forma cálida para acercarse lo máximo posible. Es, sin duda, uno de los mejores álbumes de Ordorika quien, además, lo remata con una preciosa portada donde aparece él de pequeño llevado por su tío Bernardo andando por la calle Concordia de Mungia, hoy Elkartasuna. Así lo quiso el fotógrafo y diseñador gasteiztarra Oskar Alegria, y ante las dudas del propio Ruper, que terminó convencido tanto por la foto elegida por Oskar como por su tratamiento.

El título del disco remite a la canción ‘Zerutik gertu ez da ondo egoten’, el único texto prestado del disco. Un poema precioso, delicado, sedoso, del escritor manchego Dionisio Cañas, a quien el oñatiarra conoce en Nueva York.

La primera presentación del disco en directo será el próximo 20 de diciembre en Kafe Antzokia de Bilbo, que es como una habitación más en la vida de Ordorika.