La nueva iniciativa del grupo de empresas liderado por Koldo Saratxaga viene motivada por la escasa ayuda recibida durante estos años de crisis por parte de los bancos tradicionales, que, por el contrario, han obtenido importantes beneficios de su relación con este grupo de empresas.
Así lo indicaba en la presentación de Kutxa Ner su consejero, Unai Mendikote, quien ha asegurado que los bancos tradicionales, «incluso los que se jactan de apoyar el tejido industrial del entorno», se han portado «muy mal» y han llegado a poner en riesgo proyectos industriales por cantidades «irrisorias» que no llegaban a 50.000 euros.
Además, han constatado que los bancos obtenían un beneficio de más de 3 millones de euros anuales con la actividad de las empresas de Ner Group, además de los rendimientos obtenidos de la concesión de créditos y demás servicios financieros a las 1.700 personas que integran esta asociación.
Es por ello que han decidido poner en marcha Kutxa Ner, con la que pretenden aprovechar las capacidades financieras del grupo para apoyar los proyectos en dificultades o con necesidades de expansión, y reducir al mismo tiempo la dependencia respecto a la banca tradicional.
Para ello, todas las empresas aportarán cada año a un fondo el 1% de su cifra de ventas, que se remunerará al Euribor más un diferencial que arrojaría un interés de alrededor del 1%, frente al 0,3% del mercado, mientras que la empresa que recibe financiación se aplica un interés de entre el 2,5 y el 2,8%, en lugar del 4% del mercado, unas cifras que en todo caso se revisarían semestralmente.