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París

Assange pide asilo al Estado francés pero el presidente Hollande se lo niega

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, ha solicitado este viernes al Estado francés que le dé asilo con el argumento de que su vida corre peligro, pero el presidente François Hollande se ha apresurado a rechazar la petición.

Assange fue entrevistado hace dos semana por la televisión francesa. (AFP)
Assange fue entrevistado hace dos semana por la televisión francesa. (AFP)

«Soy un periodista perseguido y amenazado de muerte por las autoridades estadounidenses por mis actividades profesionales», comienza Assange una extensa carta publicada por ‘Le Monde’, en la que subraya que «jamás» ha sido «acusado formalmente de ningún delito o crimen de derecho común, en ninguna parte del mundo, incluida Suecia o Reino Unido».

«Solo Francia se encuentra hoy en día en medida de ofrecerme la protección necesaria contra, y exclusivamente contra, las persecuciones políticas de las que soy objeto», ha subrayado Assange, que lleva desde junio de 2012 refugiado en la embajada de Ecuador en Londres.

«En su calidad de Estado miembro de la UE, en tanto que país comprometido durante toda su historia en la lucha por los valores que yo he hecho míos, en tanto que quinta potencia mundial, en tanto país que ha marcado mi vida y que acoge una parte (a su hijo menor y su madre), Francia puede, si lo desea, actuar», ha defendido.

El presidente francés se ha apresurado en rechazar la petición, considerando que la vida de Assange no está en peligro. En un comunicado, el Elíseo ha confirmado la recepción de la misiva y ha explicado que tras «un examen en profundidad» en el que se han tenido en cuenta «los elementos jurídicos y la situación material de Assange», se ha decidido que «Francia no puede dar curso a su demanda».

Assange se muestra en su misiva agradecido  a Ecuador por haberle dado asilo en su embajada, donde dispone de «cinco metros cuadrados y medio para uso privado» pero tiene «prohibido por las autoridades británicas» el acceso al aire libre y al sol, al igual de cualquier posibilidad de acudir a un hospital. Además, recuerda, la embajada está vigilada en todo el momento por las fuerzas de seguridad británicas, lo que, añade, ha supuesto un gasto de 15 millones de euros para las arcas de Gran Bretaña.