El presidente de Turquía, Recep Tayipp Erdogan, ha comparecido ante la prensa en Ankara antes de partir en visita oficial a China e Indonesia. El jefe del Estado ha reiterado que no cederá frente a «la amenaza terrorista» del PKK y del Estado Islámico, y ha subrayado que «no es posible mantener el proceso de paz con quienes amenazan la unidad nacional y la hermandad», en referencia al diálogo iniciado en la primavera de 2013 que derivó en un alto el fuego por parte de la guerrilla kurda tras el llamamiento de su líder, Abdullah Oçalan.
Ha asegurado que el Gobierno de Ankara continuará con su campaña de ataques aéreos contra la guerrilla kurda y ha confiando en que sus socioes de la OTAN le apoyen en su «derecho a defenderse».
Ha prometido «no dar ningún paso atrás» y ha advertido de que «cualquiera enmascarado que lleve armas o un cóctel molotov tendrá que responder primero ante las fuerzas de seguridad y después ante la justicia».
«La República de Turquía tiene derecho a pedir cuentas por la sangre de nuestros mártires a todos los así llamados políticos, los así llamados intelectuales, las así llamadas asociaciones de la sociedad civil», ha indicado.