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BRUSELAS

El Eurogrupo da luz verde a un nuevo desembolso de 10.300 millones para Grecia

Los ministros de Finanzas de la Eurozona (Eurogrupo) han alcanzado un acuerdo político para desbloquear un segundo tramo, de 10.300 millones de euros para Grecia en el marco del tercer rescate de la economía helena, que se otorgará en varios pagos, de los cuales el primero, de 7.500 millones, podría desembolsarse en junio.

El ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, junto a su homólogo español, Luis de Guindos. (John THYS/AFP)
El ministro de Finanzas griego, Euclides Tsakalotos, junto a su homólogo español, Luis de Guindos. (John THYS/AFP)

El Eurogrupo se reunía este martes para decidir si las últimas reformas aprobadas por Grecia, entre ellas una reforma fiscal y la creación de un fondo de privatizaciones, eran suficientes para cerrar la primera revisión del rescate. Tras casi once horas de debate, los ministros de Finanzas de la zona euro han alcanzado un acuerdo político para darla por concluida.

Antes de que esta revisión pueda ser cerrada formalmente, el Grupo de Trabajo del Eurogrupo debe verificar en los próximos días la implementación de las reformas adoptadas por Atenas, en particular, las correcciones sobre la apertura del mercado para la venta de préstamos, la reforma de las pensiones y la finalización de las medidas pendientes en el campo de las privatizaciones.

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha destacado en rueda posterior a la reunión. que se trata de «muy buenas noticias» puesto que el acuerdo demuestra que el rescate de Grecia está «totalmente de nuevo en su senda».

El director del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), Klaus Rengling, ha explicado que el primer pago podría desembolsarse en la segunda mitad de junio para el pago de deuda y atrasos, siempre que Atenas adopte las medidas que aún están pendientes. Tras esto, los siguientes desembolsos tendrían lugar después del verano.

Además, el presidente del Eurogrupo ha apuntado que los ministros de Finanzas de la Eurozona han detallado las medidas a corto, medio y largo plazo para asegurar la sostenibilidad de la deuda helena, en línea con lo acordado en el encuentro extraordinario del pasado 9 de mayo, un aspecto clave para que el Fondo Monetario Internacional (FMI) decida formar parte del rescate.

Participación del FMI

En este sentido, el director del departamento europeo del FMI, Mathias Thomsen, ha celebrado que «ahora todas las partes interesadas reconozcan que la deuda griega es insostenible» y que es necesaria una reestructuración que Atenas no puede llevar a cabo por su cuenta.

Así, Thomsen ha señalado que su equipo de trabajo recomendará a la Junta de Gobernadores del organismo dirigido por Christine Lagarde que apruebe su participación en el rescate de Grecia antes de que finaliza este año, aunque ha precisado que en los próximos meses el FMI tendrá que evaluar las medidas acordadas por el Eurogrupo para la reestructuración de la deuda.

En concreto, entre las medidas a corto plazo diseñadas por el Eurogrupo, que serán implementadas tras la conclusión formal de la primera revisión, están el «suavizado» de los perfiles de pago de la deuda y la reducción de los tipos de interés.

Con respecto a acciones sobre la deuda helena en el medio plazo, el Eurogrupo ha acordado un conjunto de medidas que se activarían si un futuro análisis sobre sus sostenibilidad evidencia que son necesarias para alcanzar los objetivos de financiación bruta del país.

Los ministros de Finanzas de la Eurozona han fijado, sobre un escenario base, que las necesidades brutas de financiación de la economía helena no deben superar el 15% del PIB durante el rescate y deben permanecer por debajo del 20% tras la finalización del programa.

Por último, y a pesar de que en el texto aprobado este miércoles señala que el Eurogrupo confía en que la implementación de las medidas anteriores y del programa devuelvan a la deuda griega a una «senda sostenible» y faciliten la vuelta de Atenas a los mercados de financiación, también ha acordado la creación de un mecanismo de contingencia que se activaría para asegurar la sostenibilidad de la deuda helena si se materializase un escenario más adverso.