Tres días después de que el Gobierno de Lakua anunciase que las negociaciones para la intervención pública en el museo Chillida Leku estaban a punto de llegar a buen puerto, la Diputación de Gipuzkoa se ha desmarcado de este proceso y ha anunciado que no participará en la operación.

En un comunicado, ha explicado que las grandes prioridades que se plantea en esta legislatura son «la promoción económica y del empleo y las políticas sociales».

«Estas prioridades hacen imposible para nuestra institución asumir un compromiso económico como se le exige para la adquisición de la obra de Chilida Leku», ha argumentado la institución foral.

Ha revelado que el coste de la operación, en los términos en los que se encontraba la negociación, era de 100 millones de euros, que debían aportar a partes iguales entre el Gobierno de Lakua y la Diputación.

Precisamente esta cuestión, la cantidad que debe aportar las instituciones, ha representado «el punto crítico del proceso», según ha indicado la Diputación.

«Ha llegado el momento de tomar una decisión y la Diputación, por responsabilidad, seriedad y coherencia hacia los compromisos que ha adoptado con la sociedad de Gipuzkoa, ha decidido no participar en la compra de Chillida Leku. No ha sido una decisión fácil, pero estamos convencidos de que es la más adecuada para defender el interés general de nuestro territorio», ha afirmado el diputado general, Markel Olano.

La decisión se hace pública tres días después de que el viceconsejero de Cultura de Lakua, Joxean Muñoz, asegurase en una entrevista radiofónica que las negociaciones para reabrir Chillida Leku con una fórmula de intervención pública estaban en el «sprint final», en un momento «como no se ha estado nunca de cerca».

Denis Itxaso (PSE) critica a Olano

El diputado de Cultura de Gipuzkoa, Denis Itxaso (PSE), se ha desmarcado de la decisión del gobierno foral al que pertenece y ha criticado la «precipitación» con la que se ha zanjado una cuestión en la que «se viene trabajando desde hace lustros».

Ha revelado que la cifra de 50 millones que, según el posible acuerdo, debía abonar la Diputación se conocía desde hace un año, cuando el PNV y el PSE accedieron al ejecutivo foral y «ya se había tasado la obra. Si se consideraba que la cifra era inasumible no se debería haber dado cuerda a la negociación».

Itxaso ha dicho no compartir la idea de que «la operación tuviera que decidirse ahora o nunca» y cree que se ha provocado «un daño innecesario a la imagen cultural» en el año de la Capitalidad Cultural Europea.

La familia se declara «sorprendida»

Por su parte, la familia Chillida-Belzunce se ha declarado «sorprendida a primera hora de la tarde, al recibir la comunicación telefónica de la decisión de la Diputación Foral de Gipuzkoa de salirse del proyecto y que, como consecuencia, el Gobierno Vasco debía renunciar al mismo».

Los depositarios del legado de Eduardo Chillida han indicado que no van a entrar a valorar las decisiones institucionales, pero han indicado que tras cuatro años de trabajo «el cierre de todos los aspectos del acuerdo era inminente» y que considera que el paso atrás foral «cierra cualquier posibilidad de acuerdo futuro».

Chillida Leku, inaugurado en el año 2000, cerró sus puertas al público el 31 de diciembre de 2010 por la imposibilidad de la familia del escultor de asumir la gestión económica de esta infraestructura privada.