Así lo ha manifestado durante su comparecencia parlamentaria, en la que ha explicado las líneas de actuación que ejercerá y su postura sobre los tuits emitidos respecto al tartazo a la presidenta Yolanda Barcina en 2011 cuando participaba en una reunión de trabajo en Toulouse.

«Ni jaleé, ni ovacioné, ni aplaudí aquella acción -ha zanjado-, quien quiera interpretar de lo que ahí pone otra cosa, que asuma las consecuencias de su interpretación», ha declarado.

«No lo hice», ha reivindicado Solana, tras asegurar que no va a permitir «que se ponga en cuestión» su defensa del respeto a todos los Derechos Humanos y que no es una cuestión que tenga que ver con su función de portavoz, ni tuvo lugar en el ejercicio de su cargo.

Además, ha lamentado que los tuits en cuestión se extrajeron «en un momento determinado, con un interés concreto y con una intención bien determinada».

La portavoz ha reivindicado que «nadie va a poner en cuestión» cuál ha sido su actuación «frente a todas las violencias, también a la de ETA».

«Antes de esos hay tuis, y después, hay muchos más que dejan bien clara cuál ha sido mi posición siempre en torno a cuestiones como la que se ha traído al debate público, que no político, -ha aclarado-, poniendo en cuestión una cosa que no voy a permitir que se ponga en cuestión, y es que yo haya defendido nunca ningún tipo de violencia».

También ha mostrado la «pena» que le produce «que se recurra a estas cuestiones» que ha considerado «tan poco relevantes», dándoles «una dimensión que no les corresponde» y «devaluando», de alguna manera, lo que tendría que ser el debate político. «No considero que sea yo quien haya de pedir disculpas», ha añadido.

En cuanto a las líneas de actuación que va a ejercer en su nuevo cargo, ha afirmado que será una «portavoz sin cartera». Así, ha previsto que informará «cada vez que el gobierno lo solicite» de cada acto, posición, o medida propuesta sobre cualquier cuestión que el Ejecutivo «considere de interés general».

«Lo haré en los distintos niveles previstos -ha explicado-, de cara a la opinión pública a través de los medios de comunicación, de cara a las fuerzas que componen el arco parlamentario navarro, y de cara a la sociedad navarra».

Todo ello «con el fin de acercar, siempre que sea posible, de primera, a la ciudadanía» las actuaciones del gobierno.

La popular Ana Beltrán ha considerado que las palabras expresadas por la portavoz «son más que suficientes», ya que ha reforzado «su condena a todo tipo de terrorismo».

El regionalista Iñaki Iriarte ha advertido que, a su juicio, Solana estaría «inhabilitada» para ejercer su función «hasta que no pida disculpas», ya que «debería pedir perdón». «Me pareció poco afortunado», ha precisado Iriarte, que ha puntualizado que la portavoz «creó una mala imagen de sí misma».

El parlamentario de Geroa Bai Unai Hualde ha reiterado que «ya había quedado claro» que se trató de una «burda manipulación», utilizada «para hacer daño», y que «alguien debería pedir disculpas, y no es precisamente la compareciente».

La parlamentaria de EH Bildu Bakartxo Ruiz ha calificado la cuestión de un «cinismo inaceptable» y ha lamentado que la solicitud de explicación sobre las líneas de trabajo como portavoz «era un pretexto barato» pero que «era clave» para PPN.

«No sé si tiene que pedir disculpas, se lo dejo en sus manos», ha manifestado el parlamentario de Podemos-Ahal Dugu Rubén Velasco.

El portavoz de IE, José Miguel Nuin, ha apuntado que «esos tuits no hacían lo que dijo UPN que hacían». «En ningún momento se puede deducir que María Solana ha justificado la violencia», ha añadido.