NAIZ
DONOSTIA

Etxerat traslada su solidaridad y cariño a Sara Majarenas y a su hija

Etxerat ha enviado todo su apoyo y solidaridad a Sara Majarenas y a su familia tras la agresión sufrida por su hija Izar a manos de su pareja, en trámites de separación, y ha destacado «el sufrimiento añadido del alejamiento y la dispersión» que agravan esta tragedia. Ha resaltado también la «angustia» que suponen para una madre los «trámites burocráticos eternos» que le impiden estar en estos momentos al lado de su hija.

Etxerat ha comparecido esta tarde en Donostia. (Andoni CANELLADA/ARGAZKI PRESS)
Etxerat ha comparecido esta tarde en Donostia. (Andoni CANELLADA/ARGAZKI PRESS)

Los representantes de Etxerat Patricia Vélez y Naike Díez han comparecido en Donostia para trasladar a Majarenas la solidaridad de las familias del resto de presos y presas.

Han subrayado que lo ocurrido es «un nuevo episodio de violencia machista» en el que el hombre quiso «vengarse de su pareja, en trámites de separación, intentando cobrarse la vida de la hija de ambos, una niña que aún no ha cumplido los tres años».

La portavoz de Etxerat ha indicado que la pequeña permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos, en situación «estable», mientras que los abogados de Majarenas se encuentran realizando los trámites pertinentes para que pueda estar con u hija.

«No es difícil imaginar cómo se vive en el estrecho espacio de una celda la peor de las situaciones para una madre; cómo se vive la angustia de los trámites burocráticos eternos, mientras pasan las horas lejos del lugar en el que tiene todo el derecho a estar: al lado de su hija».

Etxerat ha denostado esta «cobarde» muestra de «violencia machista» que «se ejerce consciente y calculadamente sobre niños con intención de dañar a su madre», y han denunciado que se trata de «una violencia tan estructural y tan asumida que ha permitido que el amarillismo de los medios relegara la gravedad del hecho a un segundo término, mientras daba prioridad absoluta al nombre de la madre y a su militancia en ETA, algo que esta sociedad, por el contrario, no puede asumir».