NAIZ
BERLÍN

La CDU de Merkel gana claramente su primer pulso contra Schulz

La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel se ha impuesto claramente al Partido Socialdemócrata (SPD) que lidera Martin Schulz en el primer pulso del año electoral alemán, en el estado federado de Sarre y a seis meses de los comicios generales del 24 de setiembre en que ambos lucharán por la Cancillería.

Annegret Kramp-Karrenbauer, líder de la CDU en Sarre. (Arne DEDERT/AFP)
Annegret Kramp-Karrenbauer, líder de la CDU en Sarre. (Arne DEDERT/AFP)

El llamado «efecto Schulz» –repunte atribuido por los sondeos al SPD bajo el liderazgo del expresidente del Parlamento Europeo (PE)– no ha existido, por lo menos no se dio a escala del pequeño «land» del Sarre (oeste) donde este domingo se han celebrado comicios regionales.

La CDU de Merkel, fuerza dominante en ese estado federado desde hace 18 años, ha obtenido un 40,7%, lo que no solo la confirma como primera fuerza regional, sino que supone un incremento de más de un 5% respecto a las regionales de 2012.

El SPD ha perdido alrededor de medio punto y ha quedado en un 29,6%, de acuerdo a los resultados oficiales finales de la elección.

Todo apunta a una reedición de la gran coalición que gobierna ahora en el Sarre, la misma constelación que a escala federal dirige Merkel en Berlín y que este «land» lidera su correligionaria Annegret Kramp-Karrenbauer.

Una semana después de haber sido elegido líder del SPD con el 100% por sus correligionarios, Schulz ha admitido su «decepción» por el resultado de su partido este domingo.

Lo ocurrido en Sarre, donde se había pronostico un codo a codo entre las dos grandes formaciones, deja cuando menos en entredicho los sondeos que apuntan a un empate técnico al 33% entre sus filas y las de la canciller en las generales del 24 de setiembre.

«La buena noticia es que ha habido una alta movilización. Y esto es bueno para todas las fuerzas democráticas», ha apuntado Schulz, en una primera reacción ante la televisión pública, en alusión al 70% de participación, casi diez puntos por encima de la registrada en 2012.

La teórica competencia entre iguales entre el bipartidismo tradicional ha actuado, según los primeros análisis, en detrimento de las formaciones minoritarias.

En tercera posición ha quedado La Izquierda, con un 12,9% (tres puntos menos que en 2012), lo que aleja al SPD de una hipotética alianza con ese partido, surgido de la escisión provocada en 1999 en las filas socialdemócratas por el veterano Oskar Lafontaine.

La posibilidad de que el SPD y esa formación izquierdista llegasen a ser una alternativa de poder habría disparado también las expectativas ante una constelación semejante a escala nacional, capaz de asumir el poder en Berlín y apuntalada por Los Verdes.

La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) se ha situado en un 6,2% y logra así entrar otra cámara regional, la undécima del total de 16 estados federados del país.

Ello apuntala sus expectativas de acceder al Bundestag (Parlamento federal), algo que en toda la historia no ha logrado ninguna formación de ese espectro.

Pero aparentemente se ha roto la línea ascendente de esa formación, inmersa en una sucesión de trifulcas internas, o al menos ha perdido ímpetu respecto al año pasado, en que obtuvo el resultado récord del 24% en Sajonia Anhalt (este) o, en lo que respecta al oeste, del 15% en Baden Württemberg.

Los Verdes, socio tradicional del SPD, han quedado fuera de la cámara regional, con un 4% –el mínimo para obtener escaños es el 5%–, el Partido Liberal (FDP) se ha situado en el 3,3% y los Piratas, fuerza emergente hace apenas cinco años, han caído a un mínimo 0,7%.

Al voto de los 800.000 electores del Sarre, en un país de 82 millones de habitantes, se le había dado rango de barómetro ante la carrera a la Cancillería, tanto por ser el primer test en las urnas del año como por estar gobernado por una gran coalición.

Se la consideraba una oportunidad para calibrar, además del llamado «efecto Schulz», el factor del desgaste en el poder sobre Merkel, quien aspira a lograr su reelección para un cuarto mandato.

A los comicios de este domingo en el Sarre seguirán, el 7 de mayo, los de Schleswig-Holstein, una región fronteriza con Dinamarca, donde gobierna un tripartito entre el SPD, Verdes y el partido de la minoría danesa SSW.

Una semana después, se celebrarán regionales en el populoso estado de Renania del Norte-Westfalia, donde la primera ministra, la socialdemócrata Hannelore Kraft, gobierna con Los Verdes.