En el marco de las marchas celebradas este pasado fin de semana a seis cárceles significativas de los estados español y francés se ha conocido una nueva iniciativa de EPPK que tiene como horizonte el final del alejamiento. Los presos y presas han empezado a dirigirse por carta, de modo individualizado, a tres instancias vascas concretas para pedirles que se impliquen en acabar con esta práctica y el «sufrimiento» que genera a sus familiares y amigos. Se trata del lehendakari de la CAV, Iñigo Urkullu; de la de Nafarroa, Uxue Barkos; y del PNV.

Las misivas, según ha podido constatar GARA, son muy simples: apenas media docena de párrafos. Cada preso y presa comienza informando de su identidad y de la cárcel en la que se encuentra «deportado». A continuación, hace saber a los lehendakaris y a Sabin Etxea cuántas horas de viaje han necesitado y cuánto dinero han tenido que gastar sus familiares y/o amigos para poder visitarle.

30 años de responsabilidades

Las cartas, remitidas en euskara, continúan recordando que «hace casi tres décadas el entonces Gobierno del PSOE puso en marcha esta política de alejamiento y dispersión que continúa hoy, con el total respaldo y el detallado asesoramiento del PNV. Hoy día, el Gobierno del PP todavía se niega a repatriar a los presos vascos y no quiere poner fin a esa política criminal que castiga a familiares y amigos (más de 400 accidentes, 16 familiares y amigos fallecidos, decenas de personas heridas, miles de niños y niñas obligados a andar arriba y abajo en las carreteras, 20 presos fallecidos en la cárcel…)», enumera.

Tras todo ello llega el emplazamiento del Colectivo a los representantes políticos: «En la medida de su responsabilidad, le pedimos que haga lo necesario para que esta situación de sufrimiento concluya».

La iniciativa se produce en un momento en que únicamente dos de los 338 miembros de EPPK están en cárceles vascas: Aitzol Gogorza (Basauri) y Txus Martín (Zaballa), en ambos casos debido a graves enfermedades por las que debieran estar en libertad.

Peticiones y debate interno

Desde 2014 los presos y presas han formulado solicitudes individuales de repatriación, poniendo Zaballa como destino en el caso de los que se encuentran en el Estado español, pero primero las autoridades gubernamentales y luego las judiciales las han desestimado sistemáticamente. Los primeros recursos por este motivo han comenzado a llegar a Estrasburgo.

En paralelo, el Colectivo de Presos y Presas Políticas Vascas está inmerso en la última fase de un debate interno cuyo documento de partida plantea pasos nuevos en la apuesta por la vía legal para ir vaciando las cárceles. «Unidad», «solidaridad» y «unión con el pueblo» son los tres principios en los que sustenta esta ofensiva y que se vienen repitiendo en sus últimos comunicados. La disposición a recorrer ese camino con la ciudadanía vasca, agentes representativos y también instituciones ha sido remarcada por EPPK en mensajes como los remitidos al Foro Social Permanente, y es aquí donde encaja esta petición de ayuda a los dos lehendakaris y al PNV.

Tras concluir este pasado sábado el plazo para la presentación de aportaciones, este debate interno entra ya en su fase final. EPPK adelanta que las conclusiones se conocerán a lo largo del verano.