Once líneas de trabajo y 37 acciones se recogen en el borrador del plan, que hasta el 30 de junio permanecerá en exposición pública y que ha sido presentado en rueda de prensa por el vicepresidente de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi, y la directora general de Turismo y Comercio, Maitena Ezkutari.

La importancia del comercio minorista, tanto por el empleo que genera como por el valor añadido bruto, ha sido subrayada por Ayerdi durante la presentación del borrador para cuya elaboración se han realizado encuestas, se han mantenido contactos con diferentes agentes y expertos y se han celebrado mesas de trabajo.

Sus cuatro objetivos fundamentales son impulsar la gobernanza publica del sector comercial, es decir mejorar la implicación del sector público en su fomento; estimular la cooperación empresarial; avanzar en el grado de competitividad de los comercios y facilitar la innovación y el emprendimiento.

Respecto a la implicación del tejido público se proponen incrementar los planes de dinamización y desarrollo comercial municipales. Parten de que actualmente no existe ninguno como tal y se plantean que hasta 2020 al menos diez municipios puedan contar con estos planes.

En cuanto al asociacionismo se busca aumentarla del algo menos del 30 % actual al 40 % y las ventas on line quieren que pasen del 9 al 15 %.

Parten de un diagnóstico, según el cual en los últimos cinco años el valor añadido bruto se mantiene en torno al 8,7 % del total de Nafarroa, el sector aglutina un total de 6.480 establecimientos, de los que más del 96 % tienen cinco o menos empleados, en el 48,2 % de los casos no tienen ninguna persona contratada y tan solo once cuenta cuentan con cincuenta o más empleados.

Cerca del 93 % de los establecimientos se localizan de forma aislada, en locales comerciales de centros urbanos, periferias o polígonos, con una clara polaridad con Iruñerria como la zona que acumula gran parte del comercio, el 55 %.

Sus propuestas parten de un estudio en el que se citan como fortalezas y oportunidades del sector la cercanía a la población, el trato personalizado, los productos locales, de calidad y con prestigio.

Frente a eso, entre sus debilidades y amenazas, figuran la problemática a la hora del relevo generacional, el movimiento de los consumidores a otras comarcas para determinadas compras, el cambio de hábitos de consumo, el bajo asociacionismo, la escasa promoción conjunta y la poca planificación de la administración.

El plan, según ha indicado Ezkutari, se ha estructurado en cuatro grandes programas, centrados en emprendedores, empresas, agrupaciones y entes intermedios y administración, que deben estar «muy implicados» para la consecución de los objetivos.

Entre las medidas propuestas en relación con la gobernanza pública, ha citado la determinación del sistema comercial de Nafarroa, la puesta en marcha de un instrumento de ordenación, de planes directores que permitan potenciar el modelo de comercio, rural y urbano, determinar espacios de saturación comercial, disminuir desequilibrios territoriales, ralentizar la implantación de grandes superficies o la adecuación urbanística de espacios comerciales.

Asimismo ha hecho referencia a la formación, además de los profesionales del sector, de técnicos de la Administración local, y a su apuesta por el impulso del asociacionismo tanto local como sectorial y el fomento de fórmulas de cooperación y alianzas.

Para la mejora de la competitividad en todas las zonas y en los distintos sectores se plantean medidas relacionadas con la gestión y la imagen, según la directora, quien ha hablado además de fomento del relevo generacional, de la ocupación de locales vacíos sin actividad y de bancos de ideas.