«Ese acuerdo está prácticamente finalizado, falta por firmar», ha anunciado la consejera autonómica de Desarrollo Económico e Infraestructuras, Arantxa Tapia. La pasada semana, el armador holandés trató de sacar del astillero el buque en construcción para llevárselo con nocturnidad y sin permiso de La Naval, después de que la compañía vasca indicara ue va a entrar en concurso de acreedores.
«El acuerdo con los armadores, con este y con los otros, tiene que estar perfectamente acreditado, de tal manera que se entre en un concurso de una forma ordenada, algo que nos preocupa como Gobierno, a la propia dirección de La Naval y a los accionistas», ha manifestado Tapia.
Ha subrayado que La Naval «no se podía permitir incidentes como los que ocurrieron la pasada semana» y ha insistido en la necesidad de que la situación «no se judicialice» para que no se ocasione una coyuntura «más complicada de lo que ya es».
Ha añadido que al Ejecutivo de Gasteiz le corresponde buscar «la máxima participación y el máximo número de inversores que acrediten las garantías que permitan garantizar la viabilidad de La Naval. Estamos en ello, pero estamos en un momento muy preliminar, porque ni siquiera se ha presentado oficialmente el concurso de acreedores, el procedimiento, no existe administración concursal ni existe juez».