Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas, ha aterrizado pasadas las siete de la mañana en el aeropuerto de Madrid en un vuelo procedente de Bogotá, adonde huyó tras haberse fugado ayer de su país, donde permanecía en arresto domiciliario desde 2015 por motivos de salud.

«En España me siento libre», han sido las primeras palabras que ha pronunciado nada más pisar suelo español y después de abrazar a su esposa Mitzy Capriles y a sus dos hijas, que le esperaban en el aeropuerto madrileño junto a decenas de venezolanos opositores a Nicolás Maduro.

«Voy a dedicarme a recorrer el mundo, a contribuir en el exilio a hacer una extensión de la esperanza de los venezolanos, a salir de este régimen», ha explicado Ledezma, que ha denunciado la «narcodictadura» que sufre Venezuela.

El presidente español, Mariano Rajoy, le ha recibido en el Palacio de La Moncloa a la una de la tarde, donde le ha mostrado el «pleno compromiso» del estado español con la «democracia» en su país y le ha transmitido el deseo de que se logre, a la mayor brevedad, una solución «plenamente democrática» a la crisis venezolana, según fuentes del Gobierno español.

Rechazo de Venezuela

El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, ha difundido un comunicado en el que expresa su rechazo «ante las acciones del Presidente del Gobierno de España, @marianorajoy, tras recibir al prófugo de la justicia venezolana, Antonio Ledezma, enjuiciado por los delitos de conspiración y asociación para delinquir».

Para Arreaza, el apoyo del Gobierno español a Ledezma «no es más que la continuación de una larga lista de agresiones e injerencias que se cometen contra el pueblo y el gobierno bolivariano» y constituye «un acto inamistoso contra las instituciones democráticas de Venezuela».