Se trata de un conjunto de medidas impulsadas por el Gobierno de Nafarroa que tendrán efecto en las retenciones del IRPF de 2018 y en las declaraciones de renta de 2019.

El objetivo, dice el dictamen, es «afianzar la consolidación fiscal mediante la adopción de políticas tributarias que posibiliten un impulso constante de los servicios públicos» mediante unos mayores ingresos.

El Ejecutivo calcula que estas modificaciones conllevarán un aumento de recaudación fiscal de entorno a los 29 millones de euros entre 2018 y 2019.

Las modificaciones afectan a las deducciones en el IRPF por hijos menores de 3 años, de 100 euros para rentas que no superen los 30.000 euros o 60.000 en declaraciones; a los planes de pensiones, donde se elimina la reducción del 450% en la prestaciones que se recuperen en forma de capital; y al ahorro, que incrementa la presión en un punto en cada tramo.

Además han quedado exentas determinadas subvenciones concedidas a comunidades de vecinos por obras de rehabilitación protegida; se introduce una deducción del 15 % por inversiones en instalaciones de energías renovables dedicadas al autoconsumo; y también una deducción del 30 % por inversión en vehículos eléctricos o híbridos enchufables.

En el caso del Impuesto de Patrimonio las principales modificaciones introducidas por la comisión han sido que se suaviza la tributación de los bienes empresariales, cuya deducción se amplía del 80% al 95% a partir del millón de euros, y se reduce el llamado escudo fiscal, que pasa del 65% al 55%.

En Sociedades, los cambios buscan favorecer la creación de empleo de calidad y la incorporación de la mujer al mercado laboral y para ello tendrán derecho a deducción quienes creen puestos de trabajo indefinidos cuyo salario sea 2,5 veces el SMI (hasta ahora se exigía 1,7 veces), de 5.000 euros si se contrata a una mujer y de 2.500 si es un hombre.

En cuanto al suelo de tributación, las microempresas tendrán que seguir tributando, como mínimo, al 13%; el de las pymes se eleva al 16%; y para las grandes empresas al menos al 18%, aunque sus beneficios fiscales le otorguen una cuota menor.

Las modificaciones introducidas en el Impuesto de Sucesiones y Donaciones conllevan que para ascendientes o descendientes directos y cónyuges se elimina la tributación del 0,8% en los primeros 250.000 euros en caso de fallecimiento.

Por último la comisión ha aprobado que en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos jurídicos Documentados las exenciones a transmisiones de propiedad o derecho de usufructo de bienes se extiendan a las que sean consecuencia de la ejecución de sentencias derivas de la Ley Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género.