Los relatos son capaces de construir espacios comunes. Las historias nos hacen transitar a través de diferentes perspectivas, enriqueciendo nuestro entendimiento y añadiendo una capa más a la manera de relacionarnos con el presente. La creación artística es capaz de disparar mecanismos sobre los que volcar nuestra sensibilidad. Por ello, además de la posibilidad de emocionar, construye zonas de reflexión que conectan con cada mirada, abriendo un lugar para la creación de encuentros donde adquirir nuevas versiones de nuestro mundo.

El programa Komisario Berriak de DSS2016 reunió tras convocatoria pública a 10 nuevos comisarios de diferentes puntos de Europa. Bajo la coordinación de Aimar Arriola (Markina, 1976) y con el acompañamiento de Tamara Díaz Bringas (Cuba, 1976) y Sabel Gavaldon (Barcelona, 1985), en julio del pasado año comenzaron una serie de estancias y laboratorios cuyo objetivo era el de reflexionar sobre la práctica comisarial actual y las formas de trabajo colectivo.

Como grupo, han desarrollado un proyecto capaz de conectar Tabakalera de Donostia, Azkuna Zentroa de Bilbo y Montehermoso y Artium de Gasteiz, así como otros colectivos y espacios que trabajan fuera de la práctica institucional. Los resultados de este proceso se han materializado bajo el título “...al menos un modo provisional de asentarse en un lugar”. Una exposición dividida en dos momentos y dos espacios diferenciados que aglutina el trabajo conceptual y metodológico coordinado por el propio equipo y sustentado por un programa paralelo de actividades en relación directa con otros agentes y espacios de creación.

La primera parte de la muestra puede verse en el Azkuna Zentroa de Bilbo hasta el 22 de este mes y para esta ocasión son tres las piezas que han sido presentadas. El elemento protagonista es, sin duda, la instalación audiovisual “The Great Silence” a cargo de la pareja Jennifer Allora (EEUU, 1974) y Guillermo Calzadilla (Cuba, 1971). En ella la sala es tomada por un dispositivo conformado por tres grandes pantallas enfrentadas donde tiene lugar la narración de un relato de ficción escrito con la colaboración de Ted Chiang (EEUU, 1967). Una raza de loros a punto de extinguirse lanza un último mensaje a la humanidad. En su despedida, describen la relación que han tenido con la raza humana. Nunca se sintieron escuchados y tras su desaparición un gran silencio invadirá su hábitat. Mientras tanto, en el mismo país, el gran telescopio Arecibo sigue buscando la presencia de vida inteligente en otros planetas, ignorantes ante aquellas vidas que se desvanecen en nuestro propio mundo.

Unido a esto, el trabajo del etnógrafo y escritor Emilio Araúxo (Galicia, 1946) en torno al mundo rural gallego, ha sido difundido en forma de pósters pegados en el espacio urbano. De manera anónima, fotografías de manos pertenecientes a campesinas gallegas aluden a la desaparición de las formas de vida y la memoria que se disipa. Para cerrar el plan expositivo de esta primera fase, el artista italiano Alex Cecchetti (Italia, 1977) realizará la performance Belladonna el martes en el mismo Azkuna Zentroa. En esta primera entrega, el proyecto lanza varias pistas sobre la base conceptual que se consolidará de forma complementaria en su segunda parte en Gasteiz.

Por último, hasta el día 22 de enero podemos disfrutar en San Telmo Museoa de Donostia de parte del legado fotográfico de Lucia Moholy (Praga, 1894-Zúrich, 1989) y sus instantáneas en torno a la escuela Bauhaus. Cien años después, Lucia Moholy reclama el papel de la autora como fotógrafa, crítica, historiadora y docente en un ejercicio de reivindicación de un trabajo ideal para captar esencias de lo que fue el centro creado por Walter Gropius en 1919.