La banda del desierto regresa con su esperado nuevo disco, “Elwan”. En los últimos cinco años, su patria en el Adrar de los Ifoghas, una cordillera sahariana que se extiende a lo largo de la frontera entre el noreste de Malí y el sur de Argelia, se ha convertido en zona de conflicto, donde nadie puede aventurarse sin jugarse la vida y donde los “hombres de la guerra” dedicados a la yihad o al contrabando han puesto en peligro cualquier actividad que contradiga sus creencias o escape a su control. A pesar de que las doce canciones de este nuevo disco evocan su hogar y su querido desierto, fueron grabadas muy lejos de allí. Como resultado de esta separación, en un momento en el que la situación política, militar y humanitaria en la región nunca ha sido tan crítica, los sentimientos y las emociones que la banda logró capturar en el álbum están más presentes que nunca.

En octubre de 2014, aprovechando unos días de descanso en medio de una larga gira por Estados Unidos, la banda se detuvo en los estudios Rancho de la Luna situados en el Parque Nacional Joshua Tree de California. El lugar se ha convertido en el refugio favorito de muchos músicos. Josh Homme y Queens of The Stone Age fueron los primeros, y desde entonces, ya han pasado por allí artistas como PJ Harvey, Foo Fighters, Iggy Pop o Arctic Monkeys entre otros. Para Tinariwen, la ubicación geográfica del estudio –perdido en medio del desierto y aislado del mundo– resultó ser particularmente propicia en términos de creatividad.

El factor humano fue igualmente favorable. A medida que las sesiones continuaban, aquellos músicos que conocen bien el lugar fueron aportando su toque personal a las nuevas canciones. Tal fue el caso del guitarrista Matt Sweeney (Bonnie Prince Billy y Cat Power) y un fanático declarado de la banda. Kurt Vile, ex-miembro del dúo War On Drugs, también participó en el álbum; al igual que Alain Johannes, multiinstrumentista, ingeniero de sonido y productor de los primeros trabajos de Queens of the Stone Age, un grupo con el que Mark Lanegan, el otro invitado en el disco, también está muy conectado. Con estas colaboraciones tan dispares, se podría pensar que la aportación de cada uno de ellos terminaría por cambiar el característico sonido de Tinariwen. Nada más lejos de la realidad: los amantes de esos riffs sensuales pero abrasivos que son el sello de la banda no quedarán decepcionados. Tampoco aquellos que aman el lado funky y bailable de Tinariwen, mérito del bajista Eyadou y el percusionista Sarid, una auténtica máquina del ritmo. Todo ese potencial ha sido perfeccionado por el responsable de mezclar el álbum, el ingeniero Andrew Schepps, quien ya ha trabajado con Red Hot Chili Peppers, Johny Cash y Jay Z.

CD AIPAGARRIA

Ten Fé

“Hit The Light” • Some Kinda Love, 2016 •&flexSpace;Pop

Dos cantantes, dos compositores –cada uno con su propia voz y estilo de composición– se han embarcado en un viaje conjunto que les ha llevado a publicar el disco de debut de la banda londinense Ten Fé. Ben y Leo se conocieron tocando en el metro de Londres. Su mezcla de música americana con toques de electrónica oscura con un pop de armonías vocales y arreglos de cuerda hacen que sus canciones sean una agradable paleta de psicodelia y pop clásico. A las buenas críticas que están cosechando hay que añadir la labor ejercida en la producción por Ewan Pearson (Jagwar Ma, M83, The Rapture), donde plasma su marca personal en el sonido más electrónico. Ten Fé han creado un disco variado, marcado por una visión íntegra a la hora de trazar sus temas.