Asier Vera
Entrevue
Richard Torres

«La madre tierra no está enferma. Los enfermos somos nosotros»

El novio llega impoluto al Parque Central de Ciudad de Guatemala con su traje blanco, sombrero negro y sandalias. Su pareja le espera plantada frente al Palacio Nacional con un traje de novia que le cubre las ramas. Se trata de un majestuoso árbol que está a punto de convertirse en el «compañero de vida» de Richard Torres, un artista peruano que desde 2013 ha contraído nupcias con doce árboles de toda América Latina. Su objetivo no es otro que evitar la «masacre» que está sufriendo la naturaleza y, para ello, ha celebrado estas simbólicas bodas en Chile, Argentina, México, Cuba, Colombia, Bolivia, Venezuela, Perú y ahora en Guatemala. En agosto llegará a Madrid, si bien previamente se casará con árboles en Honduras y Costa Rica.

Torres, nacido en la Amazonia peruana, es un licenciado en Arte Dramático y ecologista que ha impulsado el proyecto de arte con conciencia “Cásate con un árbol” con el que ha iniciado su recorrido por Centroamérica. Su primer destino en esta región del mundo ha sido Guatemala. Allí celebró una ceremonia inca de casamiento pidiendo «perdón» a la madre tierra por toda la «tala ilegal» de árboles que está padeciendo este país y Centroamérica y por la «masacre injustificada que está ocurriendo en esta tierra sagrada de los mayas». «Que nos perdone por toda la sangre ecológica que se sigue derramando», añadió.

Durante el enlace matrimonial, el artista ofreció sal y azúcar al árbol con el que se iba a casar, recordando que «sin los alimentos de la tierra no podríamos vivir». Tras regarlo con agua, le echó granos de frijoles, que son el «alimento importantísimo en la cultura de los mayas y de los guatemaltecos». A continuación, colocó como ofrenda maíz, naranjas, plátanos y pan, con el objetivo de que «nunca falten estos alimentos en este país sucumbido por la violencia».

A la boda acudieron como padrinos el pintor Adelso René Ramos y el cantautor Cristopher Moreno, ambos guatemaltecos. Precisamente, René Ramos hizo de maestro de ceremonias y preguntó a Richard Torres si aceptaba unirse al árbol de Guatemala, «amarlo, respetarlo y seguir llevando el mensaje de paz a todos los países del mundo», a lo que el artista respondió que sí. Asimismo, le preguntó si se comprometía «tanto en la salud como en la enfermedad a seguir promoviendo la lucha por salvar a los árboles de nuestra madre tierra», a lo que también asintió.

En ese instante, los declaró «compañeros de vida y de amor puro para siempre», por lo que le invitó a que amara al árbol dándole un abrazo y un beso. Como en toda boda, Torres se colocó un anillo de casado y lanzó el ramo de flores a los invitados solteros al enlace con el que quiso concienciar sobre la deforestación que sufre el planeta. Solo en Guatemala, el terreno forestal ocupa el 34,2 por ciento de superficie, lo que significa 3,7 millones de hectáreas, si bien cada año se talan de manera ilegal una media de 132.000 hectáreas de árboles. Solo entre 2000 y 2010 se perdieron en el mundo 7 millones de hectáreas de bosques tropicales al año, según revela el informe bianual sobre el estado mundial de los bosques de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) publicado en 2016. Las causas de la deforestación fueron la agricultura comercial a gran escala (en un 40 por ciento de los casos); la agricultura de subsistencia local (33 por ciento); las infraestructuras (10 por ciento); la expansión urbana (10 por ciento) y la minería (7 por ciento).

En este contexto, Richard Torres ha optado por contraer matrimonio con árboles para concienciar al mundo sobre la necesidad de cuidarlos por ser los principales suministradores de salud y oxígeno.

¿Por qué ha elegido Guatemala para volver a casarse con un árbol?

Para pedir la paz de la naturaleza en Guatemala, que en estos momentos sufre una crisis absoluta. Son miles de hectáreas de bosques milenarios que se están asesinando y depredando en la zona de Petén. Queremos levantar nuestra voz contra esta situación y ser un rayito de luz en este planeta, que está siendo asfixiado por la contaminación. Por ello, invito al presidente de Guatemala, Jimmy Morales, y a las autoridades para que en lugar de estar robándo el dinero del pueblo se pongan a plantar árboles, porque es ahora o nunca. Este país tiene una naturaleza prodigiosa, ya que todos los días pare maíz, frijoles y mucha fruta. Por ende, tenemos que cuidar esta tierra sagrada para que prevalezca durante miles de años y, por tanto, el hermano guatemalteco tiene que empezar a valorar más sus árboles, su agua, sus montañas, sus ríos y sus frutos, porque si no lo hace, se viene algo mucho peor.

¿Considera que con estas bodas simbólicas se pueden salvar árboles?

Con esta performance, a través de la cual pretendo casarme con todos los árboles del planeta, quiero pedir auxilio y que ya no se masacre más la naturaleza. Que se haga la paz en vez de la guerra ecológica, porque nuestros niños y niñas necesitan oxígeno para respirar en paz. Es un momento importante para que se realicen estos actos espirituales y de acción que nos llevan a reforestar el planeta teniendo en cuenta que el ser humano se ha convertido en un animal salvaje que lo único que hace es asesinar a la naturaleza. Es hora de parar esta masacre, decir basta y defender a los árboles, que son los principales productores de salud y oxígeno.

¿Cómo nació su vínculo con la naturaleza?

Nací en el Amazonas y vengo de la cultura de Kuélap (sitio arqueológico preinca ubicado en los Andes del Perú), que es donde nace este proyecto de defender la naturaleza a través del arte con conciencia. Soy artista escénico y lo que hago a través de estas bodas es unir la naturaleza con el ser humano.

¿Qué futuro le espera a la Tierra si siguen desapareciendo los árboles?

Creo que si los niños y niñas entienden el mensaje y lo hacen realidad habremos hecho suficiente, dado que son los que van a heredar este planeta tierra que ahora se está desangrando. Por esta razón, este proyecto es para los menores de edad, teniendo en cuenta que los adultos, lamentablemente, ya estamos con el chip completamente enfermo. La madre tierra no está enferma, sino que los que estamos enfermos somos nosotros, así que creo que los niños y niñas van a ser los que hereden este mensaje y van a continuar con nuestra labor.

¿Cree que se ha perdido el vínculo del ser humano con la naturaleza?

El ser humano está ahora más pendiente de la tecnología y creo que se ha perdido esa conexión que nuestros ancestros le daban a la naturaleza. Por ello, hago un llamamiento a la ciudadanía para que plante árboles, ya que gracias a ellos mucha gente está respirando en estos momentos. Tenemos que ser conscientes de que no vamos a poder respirar dentro de poco y no vamos a poder alimentarnos, porque el ser humano se está encargando de asesinar a la naturaleza.

¿Qué le parece que el presidente de EEUU niegue el cambio climático?

Es un ser humano enfermo, ya que solo un enfermo puede decir que no hay contaminación. Así que pobre de él y pobre de la gente que como él están encargándose de destruir el Planeta Tierra.

¿Tiene pensado casarse con un árbol en EEUU para lanzar un mensaje a Trump?

Quiero ir pronto a Estados Unidos. A ver si me dejan entrar. Sería lindo hacerlo en la frontera con México, porque todos somos dueños de esta tierra y, por tanto, las fronteras y los muros no deberían existir. Estoy en contra de todo tipo de xenofobia, discriminación, misoginia, violencia y de aquellos líderes como Trump que lo único que hacen es devastar la paz de este mundo. Le pido al presidente de EEUU que deje de emanar violencia porque nuestro mundo necesita paz. Hagamos el amor y no la guerra y plantemos árboles en lugar de hacer muros.

¿Recibe algún tipo de apoyo económico para poder viajar a casarse con los árboles?

Normalmente el apoyo que recibo es de mis hermanos artistas, como el grupo Anhelos Ocultos, de Guatemala, pero no obtengo ninguna ayuda política ni de ninguna entidad financiera, sino que es un proyecto autogestionado por nosotros mismos. Buscamos los medios para poder viajar y realizar la performance.

¿Ha recibido quejas del resto de árboles por su infidelidad al casarse con uno en cada país que visita?

Voy a seguir casándome con más árboles, así que espero que éste de Guatemala no se ponga celoso, porque si es así voy a tener que divorciarme. No obstante, este matrimonio es espiritual, simbólico y real porque nuestro compromiso no es solamente casarnos con el árbol, sino promover la reforestación. Para ello, hemos plantado en la Ciudad de Guatemala varios árboles de pimienta, tal como hacemos en todos los países que visitamos.