Maria Mendizabal

Animales que aún se pueden «tocar»

El londinense Tim Flach es conocido por su curiosa manera de acercarse al mundo animal, caracterizada por un intento de plasmar sus propiedades más antropomórficas. En su último trabajo, titulado «Endangered», ha recorrido los cinco continentes retratando 180 ejemplares en peligro de extinción, animales que, si no hacemos nada, en un futuro cercano quizá solo puedan «tocarse» en el trabajo de este fotógrafo.

En sus imágenes casi se puede tocar la suavidad del pelaje de los ejemplares que inmortaliza e, incluso, sentir su pausada respiración. Tim Flach (1958, Londres) lleva años queriendo atrapar con su cámara las emociones de un animal y, para ello, qué mejor que mirarles frente a frente, a los ojos. En su último trabajo, “Endangered”, el fotógrafo británico ha recopilado un total de 180 instantáneas de animales que se encuentran por una u otra razón en peligro de extinción.

Además de un estudio artístico que impresiona, el trabajo de Flach –que cuenta con los comentarios del zoólogo Jonathan Bailey– pone encima de la mesa la necesidad de que los humanos conectemos nuevamente con la naturaleza y mitiguemos el impacto negativo que nuestras actividades tienen sobre el hábitat de muchas especies. «La mayoría de los cambios en el pasado han sido causados por la naturaleza; pero ahora parece que somos nosotros los que los causamos», advierte el fotógrafo, que se declara totalmente fascinado por el mundo animal. «Cuando empecé a fotografiar animales sentí que se apoderaba de mí un sentimiento de asombro ante la naturaleza, algo que siempre he sentido desde pequeño».

Mucho calor, muchísimo frío. Para captar las imágenes que se incluyen en el libro, Flach ha invertido veinte meses –además de seis meses extra de montaje–, tiempo en el que ha tenido que hacer frente a innumerables dificultades, como cuando para fotografiar un antílope Saiga se escondió durante días en el hábitat donde mora este animal, cerca del mar Caspio. La temperatura era tan alta que el calor distorsionó las imágenes. Volvió nuevamente en invierno y permaneció durante tres días tumbado en el suelo soportando temperaturas que rondaban los 30 grados bajo cero. El esfuerzo finalmente tuvo su recompensa. Para completar el libro también se puso cara a cara con un enorme rinoceronte blanco o nadó con un gran tiburón blanco en las Galápagos.

Flach, quien anteriormente ha publicado “Equus” (2008), “Dogs Gods”(2010) y “More Than Human” (2012), es conocido por sus conceptuales retratos de animales, en los que es capaz de capturar sus comportamientos más humanos. En definitiva, en sus instantáneas se pueden percibir sentimientos y gestos corporales similares a los de las personas. Con el objeto de realzar estas características, en ocasiones Flach emplea un telón de fondo de terciopelo negro –como en el caso de las instantáneas que se recogen en este reportaje– y juega con las luces, principalmente, en las fotografías captadas en zoológicos o en reservas naturales.