TERESA MOLERES
SORBURUA

Hojas aterciopeladas

En la ladera soleada de Ulia (Donostia) hay una planta de hojas grandes parecidas a las de la berza que salen de una roseta en el suelo. Las hojas están cubiertas de pelitos blancos y el centro es de un blanco resplandeciente y aterciopelado. Hace tiempo me dijeron que nuestros ancestros se las metían en las abarcas a modo de calcetines. Las he probado y la sensación es agradable, algo húmeda. Habrá que seguir investigando.

Se emplea el término “tomentosa” para referirse a las plantas con hojas cubiertas con pelos densos y ramificados que forman una capa de lana de color plata, gris o blanco; en cambio, “pubescente” se refiere a las plantas cubiertas de pelos finos y suaves como el bozo de un adolescente.

Se discute el papel funcional que posee esta rareza foliar, si sirve para regular la radiación en las zonas expuestas al sol, por economía hídrica o por los cambios gaseosos de la atmósfera según diferentes altitudes. En definitiva, se trata de una forma de adaptación que tienen los vegetales para resistir el estrés ambiental a lo largo de millones de años. Ahora, la pregunta que surge es ¿cómo van a evolucionar las hojas de las plantas de las ciudades para resistir la polución, la sequedad, el calor y nuestro derroche?

Las hojas tomentosas o pubescentes son suaves y frescas al tacto. En jardinería, estas especies peludas se utilizan para crear jardines alpinos y de rocalla. Los ingleses les ponen nombres cercanos, como oreja de cordero, de conejito o de gato, por su suavidad. A falta de corderos o conejos para acariciar, podemos plantar en un tiesto o jardín Stachys bizantina (oreja de cordero) y Kalanchoe tomentosa (oreja de gato), de hojas lanosas.

Otras plantas aterciopeladas son: Senecio marítima, de hojas lobuladas velludas de color verde plateado; Sempevirum ciliosa o siempreviva de telarañas; salvias y santolinas plateadas; la famosa Edelweiss de alta montaña, de pétalos gruesos blancos con tacto de fieltro y forma de estrella; Cerastium tomentosum, nieve de verano, una planta cobertura de hojitas pequeña gris plateado... Además, contamos con cactus peludos: Espostoa o bola de algodón y Cephalocereus o cabeza de viejo, que no se dejan tocar. Un bambú (Phyllostachys pubescens) de ramas aterciopeladas cubiertas de blanco tiene brotes comestibles muy apreciados.