El proyecto del Tren de Alta Velocidad en Euskal Herria «no se ha basado en rigurosos informes coste-beneficio, sino en criterios de oportunismo y propaganda política». Es lo que piensa EH Bildu y por ello pedirá en el Parlamento de Gasteiz que el lehendakari muestre, «si los tiene», los estudios que avalan la rentabilidad de la «Y vasca».

Los parlamentarios Dani Maeztu y Oskar Matute comparecieron ayer ante la prensa para señalar que mientras hay informes de especialistas que «dejan en evidencia la nula rentabilidad económica, social y medioambiental», el Gobierno de Lakua y el PNV insisten en seguir adelante con la obra.

A esto se suman las noticias de que el tramo Burdeos-Dax, que debiera conectar el TGV con Hendaia, se queda sin apoyos y de que la conexión por el sur con Burgos se aplaza también sin fecha. La «Y vasca» va, según expusieron los parlamentarios, «de ningún sitio a ninguna parte». Y todo esto hace que la actitud de Iñigo Urkullu se haya convertido en el ejemplo palmario de «la metáfora del conductor que va por la autovía en sentido contrario y cree que son el resto de vehículos los que se han equivocado».

Además, el Ejecutivo autonómico ha pedido también hacerse cargo de la gestión de la conexión entre capitales en Alta Velocidad, los llamados intercitys. Sin embargo, las últimas respuestas al Parlamento de la consejera de Medio Ambiente y Política Territorial, Ana Oregi, han demostrado que todavía no saben ni los tiempos de viaje, ni el coste que tendrá la explotación del servicio, ni los precios que se le pondrán a los billetes, ni el número de trenes que cubrirán el recorrido, ni la demanda que puede tener una ruta de estas características que, según los últimos datos ofrecidos por el Gobierno español, no será mucho más rápido que las actuales conexiones por autobús.

En el pleno del viernes

EH Bildu anunció que en el pleno de control de este viernes en el Parlamento, pedirá al lehendakari, Iñigo Urkullu, los datos que justifiquen su apoyo a esta obra. Según explicaron Maeztu y Matute, «ya no basta con argumentar que es un proyecto estratégico», a la ciudadanía hay que mostrarle «en qué informes fundamenta, si los tuviera, el gasto millonario en el TAV».

Los parlamentarios de EH Bildu consideran por ello «escandaloso que Urkullu siga empeñado en dilapidar millones de euros en un proyecto que va de ningún sitio a ninguna parte y que además hipoteca las arcas públicas». En esta línea recuerdan que el TAV «ni llevará mercancías, ni quitará camiones de las carreteras, ni reducirá emisiones de CO2, ni tampoco será un tren social, ni siquiera un tren competitivo para la élite económica. No es más que un despilfarro y un despropósito».

Ante la petición de que ofrezca informes, Dani Maeztu y Oskar Matute pidieron al lehendakari que en esta ocasión no responda con ataques partidistas contra EH Bildu y ofrezca los datos que se le piden para justificar las obras del TAV.

Presentan 842 alegaciones en oposición al tramo del TAV Astigarraga-Oiartzun-Lezo

Representantes de diversos colectivos hicieron entrega ayer en la Subdelegación del Gobierno español en Donostia de la documentación que recoge 842 alegaciones al estudio informativo del tramo Astigarraga-Oiartzun-Lezo del TAV. Coincidiendo con la entrega, una veintena de personas participaron en una concentración con el lema «AHTren erokeria gelditu».

En el documento de alegaciones se expone el «rechazo a la destrucción del territorio que conlleva la construcción de este proyecto» y que afectaría de forma determinante a «la vega de Martutene en Donostia, Zamalbide en Errenteria, Ugaldetxo-Arragua en Oiartzun y Gaintxurizketa en Lezo» que serían «los entornos más castigados» por las obras previstas.

También se expresa «el fuerte desacuerdo social e institucional que suscitan las infraestructuras asociadas a este proyecto, como son la construcción de una plataforma intermodal de mercancías en Lezo-Gaintxurizketa y el Superpuerto de Jaizkibel», si bien este último está actualmente guardado en el cajón.

En las alegaciones se subraya «la falta de justificación del proyecto, puesto que el estudio informativo revela la capacidad de la red ferroviaria convencional, una vez adaptada al ancho europeo con la colocación del tercer carril, de canalizar los tráficos sin necesidad de ejecutar una nueva infraestructura».

A ello se suma un presupuesto de 440 millones de euros solo para este tramo, lo que muestra el inmenso coste económico del proyecto.

Los firmantes de las elegaciones exigen la paralización del tramo y del conjunto de las obras que se están desarrollando en la «Y vasca», «por las graves implicaciones que tiene en el territorio y en el propio modelo de sociedad» GARA