Pablo CABEZA
BILBO
Entrevue
AITOR REMÓN
BAJO DE LEIHOTIKAN

«No nos sentimos cómodos en papeles que no nos convencen»

Veinte años de ruta lleva el grupo iruindarra Leihotikan. Influidos por el punk y el jarkore melódico de finales de los setenta y primeros ochenta, el cuarteto grababa el año pasado en Bonberenea, Tolosa, «Punk rock talde soil bat...», cedé y deuvedé que condensa fielmente la dinámica historia de la banda.

En 1992 unos chavales ensayan confusos sus primeras canciones. Dos años más tarde se bautizan entre alguna que otra birra bendita como Leihotikan y en 1995 ya tienen en la calle su primera demo. «Empezamos sin ninguna pretensión motivados por una gran afición por la música y por hacer algo diferente, salir de la rutina haciendo lo que nos gustaba, influenciados por el punk-rock y el hc [hardcore] inglés y americano así como por el RRV y el hc catalán de aquellos años», explica Aitor Remón.

En los primeros años se juntan tres amigos de la ikastola: Gorka, Patxi y Kike. Poco tiempo después entra Aitor y Titi sustituye a Kike. El cuarteto está cerrado y dispuesto, sin saberlo, a cubrir dos decenios de una gran aventura vivida con ilusión, ganas y respeto a lo que les movió desde el inicio, la música y la amistad. Todo desprovisto del habitual mercantilismo y sometimiento de la escena.

Veinte años después, Leihotikan celebra el pasado con un espléndido concierto en Bonberenea que queda plasmado en un doble empaquetamiento muy cuidado que alberga cedé y deuvedé. «A estas alturas ya todos somos aitas, así que entre el curro, familia y demás tenemos que hacer verdaderas peripecias para que el grupo siga funcionando», y funciona, vaya que sí.

Bad Religion, Minor Threat (no californianos)… y Descendents llevaban ya más de una década con su jarkore punk melódico liderando este tipo de sonoridad. Pero quizá ustedes sean más hijos de la hornada de los noventa con Offspring, Green Day, RKL, NOFX, Pennywise…

Recuerdo aquella época como un continuo descubrir, especialmente punk y hc. Fue por esto que decidimos comprarnos instrumentos y hacer un grupo. Recuerdo a Minor Threat como uno de los primeros grupos de hc extranjero que escuché, en casete. También todo el punk de aquí y el hardcore catalán (GRB, HHH, SK…). Mis grupos favoritos de Iruña eran Exkomulgados y Dekadenzia. La mayoría de cosas las descubríamos en fanzines y escuchando la más que mítica Eguzki Irratia. Todo aquello nos marcó de alguna manera, pero, como dices, a la hora de darle personalidad al grupo tuvo más peso la hornada de grupos de hc melódico que venían principalmente de California. Es innegable que Bad Religion nos impactaron, sus discos “Suffer”, “No control” y “Against the grain” marcaron nuestra trayectoria, al igual que a muchas otras bandas en todo el planeta. Sabíamos que, por ejemplo, Minor Threat, 7 Seconds o Bad Brains eran anteriores a Lag Wagon u Offspring, pero a todas aquellas bandas las fuimos descubriendo en los mismos años. Cada vez que viene algún grupo de hc melódico internacional la respuesta es muy buena, aunque los grupos de este palo de por aquí nunca han sido tratado de la misma manera.

Es posible que no haya otra banda en Euskal Herria con tanta fidelidad estilística durante tanto tiempo. Habría que cambiar de estilo y mencionar a Su Ta Gar. ¿No les ha tentado un cambio? En el directo hay una pincelada ska y un tema rockero, «Zu zu».

Disfrutamos escuchando todo tipo de música y supongo que esa postura puede dejar poso en nuestras composiciones. No estamos cerrados a un estilo, pero hacemos lo que más nos gusta e intentando huir de estereotipos y clichés; y aunque sean canciones hechas en formato punk-rock o hc, podemos meter otras historias. Prácticamente en todos los discos ha caído algún tema de otros rollos y seguro que así será en un futuro.

Para mantenerse veinte años y sin cambios prácticamente, cabe suponer que hay que ser algo más que músicos.

Tenemos muy claro que nuestra relación va más allá que Leihotikan, siendo un grupo de amigos y poniendo siempre por delante nuestra cohesión personal antes que el grupo. Decidimos desde el segundo disco que el grupo debía mantenerse auténtico, sin pretender ser algo que no éramos o intentar llevarlo a terrenos profesionales o comerciales, anteponiendo nuestra amistad a presiones externas. No nos sentimos cómodos en papeles que no nos corresponden o convencen y eso es lo que hemos pretendido que fuera Leihotikan, ser nosotros mismos.

Parece lógico pensar que el directo debía grabarse en Iruñea, pero se realiza en Bonberenea de Tolosa.

La idea inicial de grabar un directo surgió a partir de un concierto en el Akelarre (Iruñea) para celebrar nuestro vigésimo aniversario. La respuesta de la gente fue fantástica. Unos meses más tarde desde Bonberenea y por mediación de Gor (los editores) nos dieron la opción de grabar un directo, tanto audio como imagen, era todo lo que necesitábamos. Bonberenea es un sitio clave y ya histórico para entender la situación musical y contracultural en Euskal Herria