Beñat ZALDUA
Kazetaria

LAS TESIS DE SYRIZA SE ABREN PASO ENTRE ECONOMISTAS DE PESO

Además de apoyos esperables, las tesis de Syriza son respaldadas por economistas de prestigio poco sospechosos de querer acabar con el capitalismo. Sitúan la posición de Atenas dentro del sentido común, frente a la motivación ideológica que achacan a la troika.

El primero en disparar fue el Nobel de Economía Paul Krugman. Ya lo venía haciendo desde hace meses y esta semana fue muy claro: «Ceder al ultimátum de la troika representará el abandono de cualquier pretensión de Grecia de ser independiente». Lo hizo en un artículo en “The New York Times” en el que asegura que la salida del euro no tiene a día de hoy tantos riesgos. «No os creáis eso de que los miembros de la troika son solo tecnócratas explicando qué hay que hacer a los griegos ignorantes. Estos supuestos tecnócratas son en realidad fantasiosos que no han respetado nada de lo que sabíamos de macroeconomía y que se han equivocado en todo», añadía Krugman.

Una tesis, la de los falsos tecnócratas, subscrita por otro Nobel de Economía, además de execonomista jefe del Banco Mundial, Josep Stiglitz. En un tono siempre más moderado, defendió esta misma semana en un artículo publicado en varios medios europeos que el «no» podría «abrir la posibilidad de que Grecia pueda tomar su destino en sus propias manos». «Los griegos pueden ganar la oportunidad de moldear un futuro que, aunque quizá no tan próspero como el pasado, es de lejos más esperanzador que la inadmisible tortura del presente», añadió. En ese artículo, Stiglitz apuntó además una de las claves: «La naturaleza de esta disputa va mucho más sobre poder y democracia que sobre moneda y economía».

De ahí que, además de conseguir importantes pero más o menos previsibles apoyos de nombres de referencia de la izquierda (Chomsky, Habermas y Zizek, por ejemplo), las tesis de Syriza hayan recibido el apoyo de prestigiosos economistas («homologados por el capitalismo», por decirlo de alguna manera), que destacan el sentido común de las demandas griegas frente al sinsentido científico de las demandas de la troika.

Además de Krugman y Stiglitz, otro economista de moda como Thomas Piketty saltó ayer en defensa del «no» en declaraciones a Efe: «El plan que han propuesto los acreedores es malo y recesivo. Luego si se trata de saber si el plan es bueno para Grecia, la respuesta es claramente no». Eso sí, el mediático autor, a diferencia de Krugman, advirtió de que el Grexit sería «catastrófico».

Otro economista de este grupo es James K. Galbraith. Se le puede acusar de poco objetivo por ser amigo del ministro de Finanzas griego, Yanis Varoufakis, pero quien después de esta crisis siga pensando que la economía es una ciencia objetiva, que se lo haga mirar. Su larga y prestigiosa trayectoria como economista, sus sesudos estudios sobre la naturaleza del capitalismo y su trabajo como asesor del congreso de los EEUU lo avalan.

Desde el corazón de la bestia

A veces, las críticas a la troika vienen de los lugares más insospechados. Wolfang Münchau es columnista del periódico alemán ‘Der Spiegel’ y editor alemán del Financial Times, la biblia capitalista europea por excelencia. Es por eso que sus palabras, con las que da la vuelta a la tortilla al Grexit, cobran mayor relevancia: «Para Grecia, un Grexit representaría un gran shock a corto plazo, del que se recuperaría económicamente a largo plazo. Para nosotros, exactamente lo opuesto. A corto plazo, los costos son despreciables. A largo plazo, se aceleraría la decadencia de la UE. Impedir el Grexit debería ser la prioridad más destacada de la política alemana y europea».

Otro personaje, al que no hace falta conceder habilidades económicas ni prestigio alguno, pero al que conviene escuchar, es el exdirector del FMI, Dominique Strauss-Kahn. El político francés asumió esta semana, de forma muy matizada, algunos de sus errores, pero sobre todo, defendió un «camino radicalmente diferente», en línea con la reestructuración de la deuda defendida por Syriza. ¿Habrá que esperar cinco años a que la actual directora del FMI, Christine Lagarde, entone su ‘mea culpa’?

EL FMI da la razón a atenas al considerar la deuda insostenible

Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) hecho público ayer tarde da la razón al Gobierno de Atenas al considerar que la deuda de Grecia no es sostenible y que todo acuerdo con los acreedores debe incluir su reestructuración.

El portavoz Gavriil Sakelaridis manifestó que, a pesar de la insistencia del FMI en las políticas de austeridad, el informe constituye la «admisión del fracaso» de los programas de rescate por parte de uno de sus «promotores».

El FMI indicó además que la necesidad de financiación de Grecia entre 2015 y 2018 se cifra en 50.000 millones, por lo que incluso con el plan presentado por los acreedores internacionales requeriría 36.000 millones más de los socios europeos.GARA