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BUDAPEST-VIENA

Los refugiados sortean unas vallas y abren otras puertas

El intento de Hungría de cerrar a los refugiados una de las puertas de entrada a Europa con la colocación de una alambrada en la frontera con Serbia es posible que les abra otras a través de Croacia o Rumanía. No hay valla o muro que detenga a quienes buscan asegurarse un futuro y buscarán la forma de llegar a los países más ricos de Europa. Más de un centenar ya lo han hecho cruzando la frontera entre Rusia y Noruega, en el Ártico.

Croacia y Rumanía temen que si Hungría sella su frontera con Serbia con la alambrada, cuya primera fase ya ha construido, y endurece su legislación por el cruce ilegal de fronteras, miles de refugiados se desvíen hacia sus territorios para llegar a Austria, Alemania y Suecia y solicitar asilo, en el primer caso sin tener que pisar suelo magiar. Pero también pueden ser territorios de paso para entrar de nuevo en Hungría por cruces menos vigilados.

El número de solicitantes de asilo en Croacia, cuyos habitantes saben por experiencia propia qué es tener que abandonar sus hogares, ha bajado en los últimos años, pero las autoridades están elaborando un plan de crisis para el caso de que afluyan grandes cantidades de refugiados. También Eslovenia dice estar preparándose para recibir a refugiados en caso de una oleada procedente de Croacia.

Austria pide sanciones

La crisis migratoria ha provocado tensiones entre países europeos, a cuya «humanidad» ha apelado Bruselas. Ayer, la ministra austríaca de Interior, Johanna Mikl-Leitner, defendió una «reducción» o hasta una «supresión» de las ayudas financieras dadas por Bruselas a los países que son reacios a recibir más refugiados y no muestran «ninguna responsabilidad solidaria».

Austria, que ha empezado a devolver a las personas a las que no les corresponde el asilo por su procedencia o por haber iniciado los trámites en otro país, instaló más controles cerca de la frontera para luchar contra el &bs;tráfico de personas, tras hallar la semana pasada 71 muertos en un camión abandonado. Esta medida provocó largas colas en las carreteras, de hasta 25 kilómetros. Además, la Policía detuvo un tren con 300 personas, la mayoría sirias, que habían salido de Hungría sin visado.

Pero los refugiados que huyen de Siria, Afganistán o Pakistán no emplean solo la complicada ruta de los Balcanes para llegar a Europa. Algunos eligen caminos más largos, pero menos peligrosos, y han encontrado un nuevo punto de entrada: el puesto fronterizo ruso-noruego de Storskoga, en el Ártico, que pese al frío polar cruzan a menudo en bicicleta ya que está prohibido para peatones. «Alrededor de 150 personas [por una docena en 2014] han cruzado este año, la mayoría sirios», declaró a AFP Hans Møllebakken, jefe de la Policía en Kirkenes, a más de 4.000 kilómetros de Damasco.

La Policía se ha incautado de bicicletas y ha impuesto multas a rusos y noruegos reincidentes que pasaron a refugiados en sus vehículos a cambio de dinero. Allí, al contrario que en otros países europeos, no se detiene a los refugiados en la frontera y son llevados a Oslo, donde se registra su petición de asilo.

Más de 10.000 islandeses se muestran dispuestos a acoger refugiados en sus hogares

Más de 10.000 islandeses se mostraron dispuestos ayer en Facebook a acoger refugiados sirios en sus casas, mientras que el Gobierno del país indicó que solo recibirá un puñado en el marco de la distribución por cuotas.

El domingo, la escritora y profesora Bryndis Björgvinsdóttir propuso a sus conciudadanos que se manifestaran si deseaban que Islandia, con 330.000 habitantes, acoja más refugiados sirios. Ayer por la tarde, más de 10.000 islandeses habían respondido.

«Soy una madre soltera con un niño de seis años (…) Podemos acoger a un niño que lo necesite. Soy profesora y le enseñaría a hablar, leer y escribir en islandés y a adaptarse a la sociedad islandesa. Tenemos ropa, cama, juguetes y todo lo que un niño necesita», escribió, por ejemplo, Hekla Stefansdóttir.

Muchos ofrecen un techo, pero también alimento, ropa y ayuda para integrarse.

«La gente está cansada de ver noticias sobre las historias en el Mediterráneo y las imágenes de los campos de refugiados (…) y quieren hacer algo», manifestó Björgvinsdóttir en declaraciones a la televisión pública Ruv.

La ministra de Asuntos Sociales, Eygló Hardardóttir, señaló que las autoridades recogerán todas las ofertas realizadas en Facebook y verán la opción de aumentar el número de refugiados a acoger según el reparto por cuotas, que en el caso de Islandia serían 50 para 2015 y 2016.

Según datos oficiales, en 2014, Islandia acogió a 1.117 inmigrantes.GARA