Dabid LAZKANOITURBURU
13-N EN PARÍS

El Gobierno francés lanza guiños a una Rusia despechada con EEUU

Consciente del malestar del Kremlin por el ataque turco a un caza ruso y, sobre todo, con el alineamiento oficial de EEUU con Ankara, el Gobierno francés reconoció ayer, por primera vez, un papel al Ejército sirio de Bashar al-Assad en la ofensiva contra el ISIS. Hasta la crisis de los refugiados y el 13-N, París era el ariete occidental contra Al-Assad.

Un día después del encuentro en Moscú entre los presidentes ruso y francés, el Kremlin constató que los países occidentales no están dispuestos a unirse en una coalición única junto con Rusia contra el Estado Islámico.

«Desgraciadamente, nuestros socios no están hoy dispuestos a trabajar en el seno de una coalición única», declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov.

«Ayer, el presidente (Vladimir) Putin insistió en que, pese a ello, mantenemos la puerta abierta y estamos dispuestos a cooperar sea cual sea la forma a la que estén dispuestos nuestros socios», añadió Peskov, en referencia al hecho de que en su encuentro con el presidente francés, François Hollande, Putin mostró, en un tono conciliador, su disposición a alinearse acríticamente con la coalición liderada actualmente por EEUU.

Y es que tras reunirse con Hollande, el presidente Obama rechazó una coalición con Rusia contra el ISIS y exigió un giro de «180 grados» de la política de Moscú hacia Siria, que consiste en la defensa del régimen de Bashar Al-Assad.

El derribo de un caza ruso por parte de Turquía y el hecho de que haya sido justificado públicamente por Obama ha irritado a Moscú, que interpreta, o por lo menos presenta, todos estos movimientos como un desaire de Washington a su voluntad de alcanzar un acuerdo.

Entre la espada y la pared

Atrapado entre Washington y Moscú, el Gobierno francés hace equilibrismo, pero sigue apuntando a un giro de bastantes grados en su política hacia Siria. El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, admitió por vez primera que el Ejército sirio podría ser admitido en la lucha contra el ISIS. El Gobierno francés de Hollande rompió toda relación con Damasco en 2012 y, emulando a su antecesor Sarkozy en Libia, lideró hasta los ataques del 13-N en París el frente occidental contra Al-Assad. La memoria es corta pero convendría recordar que allá por agosto de 2013, cuando un ataque químico que dejó un centenar largo de muertos en un barrio rebelde de la periferia de Damasco (Guta oriental) puso al régimen sirio en el punto de mira, París lideró el entusiasmo para bombardear al régimen como castigo y no ocultó su decepción cuando Obama dio marcha atrás y accedió a la propuesta rusa de forzar el desarme químico de Siria a cambio de renunciar a unos bombardeos para los que tampoco el primer ministro británico, David Cameron, logró el aval del Parlamento.

Para luchar contra el ISIS «hay una serie de medidas: los bombardeos (...) y fuerzas terrestres, que evidentemente no pueden ser las nuestras, pero que pueden ser las fuerzas del Ejército Sirio Libre (oposición), fuerzas árabes suníes y, por qué no, fuerzas del régimen, sin olvidar, por supuesto, a los kurdos», declaró el jefe de la diplomacia francesa a la radio RTL.

Fabius matizó luego en declaraciones a AFP que la participación del régimen sirio debería circunscribirse a «un período de transición política» tras la que insistió en que la única salida sería el abandono del poder por parte de Bashar al-Assad, quien, reiteró, «no puede ser parte del futuro de Siria».

Matices al margen, estas declaraciones sorprenden en boca del mayor detractor del presidente sirio, al que siempre ha considerado como un «carnicero» de su propio pueblo y la causa de la emergencia del ISIS. «Al-Assad y los terroristas, la cara y cruz de una misma moneda», repetía Fabius.

Giro estratégico

La avalancha de refugiados, ante la que París ha mantenido una posición de fuerte rechazo, y sobre todo el 13-N an supuesto un evidente viraje de la política francesa y un acercamiento a la Rusia de Putin.

Hollande ha hecho suya la idea de una cooperación, e incluso de una coalición internacional única contra el ISIS. Una propuesta que el propio Putin presentó en su discurso ante la Asamblea General de la ONU el 30 de setiembre.

Las declaraciones de Fabius tienen lugar un día después de que Putin y Hollande decidieran coordinar sus ataques aéreos en Siria contra el ISIS, una cooperación inédita.

Putin prometió a Hollande que se «abstendrá» de bombardear a la «oposición sana», aunque no precisó a qué grupos engloba bajo ese epígrafe. Precisó, eso sí, que el Ejército sirio «es un aliado natural en la lucha contra el terrorismo».

Fabius puntualizó que «el presidente Putin nos ha pedido una lista de fuerzas no terroristas y que combaten a Daesh (acrónimo árabe despectivo sobre el ISIS)». «Mientras tanto se ha comprometido a que hasta que le suministremos esa lista no les bombardeará, lo que es muy importante», destacó un entusiasmado –¿e ingenuo?– Fabius.

El futuro de Al-Assad

Rusia estuvo dispuesta en su día a sacrificar a Al-Assad a cambio de salvar al régimen y a sus intereses en Oriente Medio.

Varios análisis aseguran que, con su ataque a un caza ruso, Turquía habría hecho un gran favor al presidente sirio, que «debería mandar un telegrama de agradecimiento a Erdogan», en palabras del entorno del poder en Damasco.

Coincide el Woodrow Wilson International Center, que constata que Al-Assad ha logrado que «uno de sus principales adversarios (Turquía) se aleje totalmente de su principal aliado (Rusia)».

Karim Bitar, del Instituto Francés de Relaciones Internacionales, sentencia que aunque «Putin y Erdogan tienen muchos puntos en común (autoritarismo, susceptibilidad...) Putin parece controlar mejor los nervios que un desatado Erdogan».

París deroga la convención europea de DDHH

El Gobierno francés informó el martes al Consejo de Europa que las medidas de emergencia aprobadas esta semana por la Asamblea y el Senado franceses tras la matanza del ISIS implica la derogación temporal de algunos derechos humanos, no fundamentales, incluidos en la Convención Europea de Derechos Humanos. El Consejo explicó en una nota que esa derogación está contemplada en el artículo 15 de la convención cuando un país decreta el estado de emergencia y recuerda

que la Convención de Derechos Humanos sigue vigente en Francia.

Quince días después del 13-N, por razones de seguridad, Francia rindió un homenaje a las víctimas en el patio del Palacio de los Inválidos, donde se leyeron los nombres y edades de los fallecidos.GARA

Al menos 21 muertos en un ataque a una procesión chií en Nigeria

Un kamikaze se inmoló ayer durante una procesión de fieles chiíes en el estado de Kano, en el norte de Nigeria, provocando la muerte de al menos 21 personas.

El Movimiento Islámico de Nigeria, dirigido por el jeque Ibrahim Zakzaky, indicó en su página web que un kamikaze fue detenido antes de inmolarse y al verlo un segundo atacante corrió hacia la multitud e hizo estallar los explosivos que llevaba adosados a su cuerpo. Uno de los organizadores de la procesión chií declaró a AFP que el detenido habría confesado que fueron enviados por Boko Haram, aunque no hubo confirmación de las autoridades ni reivindicación de grupo yihadista.

No obstante, todos los indicios apuntan a la autoría de Boko Haram, que, según cifras de Amnesty International, desde junio, tras la llegada al poder de Muhammadu Buhari, ha matado a 1.600 civiles en Nigeria y en sus vecinos Camerún, Chad y Níger. Solo en 2015 han perdido la vida más de 3.500 personas a manos de Boko Haram y desde 2009 el número de fallecidos asciende a 17.000 y el de desplazados, a 2,6 millones.

El grupo, que utiliza a menudo kamikazes en lugares concurridos, tiene su base de operaciones y principal área de actuación en el noreste de Nigeria, de mayoría musulmana.

Los lazos étnicos tejidos por Boko Haram en las regiones del noreste y la corrupción endémica en el país son sus mejores aliados, a pesar de algunas victorias recientes de las fuerzas de seguridad.

Boko Haram quiere establecer un Estado islámico rigorista en el noreste de Nigeria, pero es Maiduguri, capital del estado de Borno y donde el grupo surgió en 2002, en que ha pagado un precio más alto: 170 personas han muerto desde setiembre en ataques suicidas o atentados.

Para Dauda Mande, un jefe tribal local, la mayoría de sus miembros pertenecerían a la etnia kanuri, predominante en la región y más allá de sus fronteras. Eso, añade, le da a Boko Haram «una especie de protección debido a la sensación de pertenencia» y la población está poco dispuesta a denunciar a los milicianos que cruzan las fronteras.

Pero el grupo también debe su longevidad a la corrupción, sobre todo durante su ofensiva en 2014 contra un Ejército sin poder.

La semana pasada, Buhari reveló las grandes líneas de un informe que recoge contratos fraudulentos del Ejército –armas, municipios, aviones, helicópteros...– entre 2007 y 2015 por miles de millones de dólares. «La malversación de fondos se produjo cuando el Ejército combatía la insurrección en el noreste y había un necesidad urgente de equipos y municiones», dijo Buhari.

Además, analistas apuntan que soldados estuvieron y siguen mantienen vínculos con Boko Haram para ganar dinero.GARA