Pablo CABEZA
BILBO
Entrevue
IñIGO IBARRONDO
VOZ Y GUITARRA ACÚSTICA DE ZINGIRA

«El amor por el progresivo viene por la eterna búsqueda de música nueva»

Zingira es el proyecto de Iñigo Ibarrondo (Sharon Stoner), músico de Oñati que debuta con «Bidaia», álbum de seis canciones donde sorprende por la calidad del rock sinfónico que propone. Ibarrondo abre espacios cósmicos con densas composiciones y un mimetismo de época, años setenta, admirable. Zingira presenta disco este domingo 2 en jaiak de Oñati junto a Petti & Etxeko Uzta.

El sinfónico y progresivo continúa su camino aunque sea lejos del esplendor de las décadas de los setenta y ochenta, segunda oleada. Bajo la etiqueta prog son cientos las formaciones actuales que retoman el espíritu evocativo y envolvente de grupos como Yes, King Crimson, Genesis, Camel, Gentle Giant, Caravan, Renaissance, PFM, Pendragon, Marillion, Banco Del Mutuo Soccorso … y cientos de nombres pioneros o sumidos en el underground más profundo, músicos que iniciaron el género pasado el primer lustro de los sesenta y que lo prolongaron con éxito dos decenios más desde las listas de ventas o desde el lado más oscuro de la escena sinfónico/progresiva, incluido el art rock o el krautrock, variantes más complejas. A finales de los noventa el rock y el metal, en especial la tendencia power metal, orienta sus sonidos hacia el sinfónico, que consigue notable presencia. En la actualidad el prog, el metálico y el sonido más respetuoso con el origen, han tomado de nuevo el vuelo por lo que fluyen cientos de bandas fusionando la exploración con los viejos esquemas.

Las huellas del sinfónico y progresivo (estilos hermanos, contiguos, pero no sinónimos) en Euskal Herria no son muchas, primer disco de Itoiz, los navarros 2.112… y pinceladas en algunas bandas del sello Xoxoa. Con todo, ninguna tan fiel y diáfana con el sinfónico como Zingira y su disco debut homónimo, álbum que se mueve por el mayestático tono vocal, el peso de los teclados, la densa base rítmica y el melódico y expansivo sonido de las guitarras, acústicas y eléctricas. Canciones como “Hostoak”, en especial, “Amildegi”, “Bidaiari”, “Ipar Haizea”, “Sandaili” o “Bazen behin ilargia” (¡vaya, todo el disco!) serán un bálsamo renovado para los miles de aficionados que crecieron con las bandas mencionadas o que se han sumado recientemente al flujo melódico y reposado del estilo. Además, Zingira mimetiza el esfuerzo visual del estilo en el diseño del disco. Con cartón reciclado y serigrafía construyen un elegante empaquetamiento con enigmático cuadernillo y páginas de peso. Iñaki González ha realizado un diseño espectacular. Un todo grabado y mezclado –no cabe imaginarse la enorme tarea– en Oñati y cantado en euskara.

Zingira presenta “Bidaia” este domingo en jaiak de Oñati a partir de las 19.00 horas en txosnas, concierto que cuenta también con la presencia de Petti & Etxeko Uzta.

En directo, Zingira son Ander Etxaniz, bajo (Lenao), Mikel Zarketa, guitarra eléctrica (Sharon Stoner), Egoitz Olalde, batería (Sharon Stoner y Lenao) e Iñigo Ibarrondo, voz y guitarra acústica, bajo en Sharon Stoner.

Ibarrondo compone para Sharon Stoner, banda oñatiarra nacida en 2001 bajo la influencia del sonido stoner, aunque según disco, cuentan con tres, con mayor o menor mezcla de grunge y algún toque post-rock.

En el verano de 2012 Egoitz Olalde visita a Iñigo en su casa, quien le pone en escucha algunas de las canciones con las que estaba trabajando en ese momento. Olalde le anima a perseverar con esa sonoridad y darles vida, empujón que lleva a Ibarrondo a matizar y profundizar en los detalles y matices finales. Nace Zingira.

La grabación de “Bidaia”, ene l estudio del propio Ibarrondo con las limitaciones imaginables, se apoya en sus compañeros de Sharon Stoner, músicos en los que confía tanto por su calidad como por la calidad humana. Y acierta, porque Egoitz y Mikel le dan un soporte excelente. Han permeabilizado el sinfónico de la mejor manera posible, que sumado al universo etéreo de Ibarrondo y su capacidad para multiplicar su mente y sus manos multiinstrumentistas, concluye en uno disco sugerente y original, sello que pocos discos pueden portar.

Zingira es la primera banda que nace en EH tan sinfónica-prog. Dada su edad, cabe suponer que los antecedentes los hallaremos en casa, con viejas discografías.

Lo cierto es que en casa no se ha oído mucho rock aparte de lo típico, los Beatles y grupos de época. Pero lo que sí se ha escuchado es mucha música clásica. Mi aita toca varios instrumentos, compone canciones y desde siempre le he visto tocando el piano en casa. No obstante, el amor por el progresivo viene por la eterna búsqueda de música nueva para escuchar, la labor de indagar en las influencias de los grupos que escuchas. Aparte de escuchar mucho rock clásico, hard rock etc. Lo curioso es que siempre he sido bastante metalero. Con todo, un buen día leí que una de las grandes influencias de Opeth [notable grupo de Estocolmo que mezcla death metal con progresivo/sinfónico y otros estilos] era Camel. Les escuché y fue amor a primera vista. De ahí pasé a King Crimson, Yes, Kansas, Genesis, Rush… y todos los grandes.

Son diferentes momentos y estilos, incluso formaciones que no son británicas...

Es cierto, pero la época que más me gusta es la de los 70, aunque también bandas actuales que toman elementos de esta época y reviven esas sonoridades. El grupo que más me gusta es Camel, me parece que sus cuatro primeros discos son inigualables. Melodía pura. También me gusta mucho King Crimson. Me entusiasman todas sus épocas, desde los 60/70 hasta las baterías electrónicas de los 80 o el rollo más metálico de los 90/2000. ¡Me encantan sus mellotrones!

Con la artillería que posee en casa, ¿por dónde comienza a componer?

En la mayoría de casos la composición empieza con una idea de guitarra, aunque algunos pasajes han surgido del piano o del órgano. El jugar con nuevos instrumentos y sonoridades, salir del típico riff de guitarra me ha dado mucho juego a la hora de crear música.

¿Algún vocalista le ha servido de apoyo para melodiar y cantar este tipo de sonidos a veces tan sutil y complicado?

Me gusta mucho Steven Wilson tanto en Porcupine Tree como en solitario. Admiro como produce las voces, mete mogollón de capas, consiguiendo esos coros gigantescos. Michael Akerfield [Opeth] también me gusta mucho, cubre muchísimo rangos con su voz. Los clásicos Jon Anderson y su voz angelical. Yes hacían cosas muy chulas con las armonías. John Wetton también me parece superexpresivo, aunque no utilice tantas armonías, su voz transmite mucho. De todas forma, me gusta ceder cierto espacio a la música, dejar espacios sin cantar que la música sea la que hable. Me ponen bastante nervioso los vocalistas que se pegan toda la canción cantando..

«Hostoak» con sus casi nueve minutos abre el disco y es un acierto por las armonías, cambios, sugerencias. El final del disco también marca por ser una composición especial.

Quizá “Hostoak” sea la más representativa, en la que se pueden encontrar casi todos los elementos presentes en las demás canciones. Fue la última canción que compuse y ya tenía una idea clara hacia donde tenía que ir al haber definido la dirección y el estilo con el resto. Sí, la primera parte orquestal de “Bazen behin ilargia” me gusta especialmente por ser diferente a todo lo que hecho hasta ahora. Pero todas son especiales para mí, y es lógico que así sea, claro.

La grabación y siguientes pasos han debido de ser una locura con tantos instrumentos y detalles...

Realizamos la grabación de las baterías en el gazteleku de Oñati y los demás instrumentos los he grabado en mi casa. Ha sido un proceso muy muy duro y ha supuesto muchísimo trabajo, pero gracias a haberlo grabado yo mismo he podido trabajar las canciones a medida que las estaba grabando, si lo hubiese hecho en un estudio profesional, con sus tarifas, no hubiese podido ser. Por ejemplo, cuando se grabaron las baterías todavía no tenía compuesta las líneas vocales ni tenía hechos muchos de los arreglos de guitarra o teclados. Creo que las canciones han crecido todavía más gracias a esto. Ha sido muy duro porque era la primera vez que grababa y mezclaba un disco completo. He aprendido mucho sobre la marcha, pero creo que el resultado ha sido más que decente.