Joseba VIVANCO
Europa League

Que la racha siga en Europa

El Athletic, obligado y con la seria duda por molestias de Laporte, imprimirá un alto ritmo que supere a un en teoría inferior Rapid.

Un histórico del fútbol continental venido a menos llega a San Mamés por primera vez de forma oficial, porque en la vieja Catedral ya lo hizo en el Trofeo 75 aniversario del Athletic, con el recordado goleador Hansi Krankl a la cabeza. En sus orígenes equipo considerado de los trabajadores frente al Austria de Viena de la clase media, el Rapid aterriza esta noche como la víctima propiciatoria para enderezar el rumbo en esta fase de la Europa League en la que el Athletic puede meterse en un atolladero si no firma su primera victoria en la competición. «Sabemos que no podemos fallar», fueron las palabras, explícitas, de Ernesto Valverde.

No caben más análisis y dada la trayectoria de su equipo estas últimas semanas, hay mucha confianza en Bilbo de que sacarán el partido adelante. Sobre todo porque el nivel de los austríacos no es equiparable al de un conjunto rojiblanco henchido de confianza y también juramentado para olvidar el tropiezo ante el Sassuolo. Aun así, el técnico dice ser «precavido», aun cuando las apuestas pagan la victoria local a 1,45 por euro apostado y la visitante a 7.

«Vamos con la obligación de ganar porque además el Rapid ganó el primer partido –al Genk– y nos tenemos que aplicar a ello, aunque sabemos que será complicado. Ellos se pueden permitir un tropiezo y nosotros no tanto», asumió un técnico rojiblanco que reconoce la «sensación positiva» con la que llegan sus hombres tras la racha en Liga. Por eso opina que «haciendo lo que hacemos tenemos posibilidades de ganar», sobre todo si las referencias son los duelos ante Valencia y Sevilla.

Valverde y la ilusión europea

El Athletic está obligado, lo que no es nuevo para un equipo que como suele repetir su entrenador, en las situaciones de presión casi siempre responde. Esta vez esa presión viene dada más que por el rival por esa derrota en Italia. Y Valverde solo quiere pensar en este partido y a medio plazo en superar la fase de grupos. Lógico cuando en el entorno rojiblanco y en el propio vestuario resuenan las voces sobre la ilusión, una campaña más, de hacer algo grande en la Europa League y soñar con el título que se escapó en Bucarest. Cuestionado por ello, el entrenador rebajó los ánimos. Es más, habló de que «la ilusión no le puede quitar nadie a la afición ni a los jugadores. Pero siendo colistas del grupo el objetivo es ganar el partido y luego pasar la siguiente fase, que sería un éxito. Me parece bien que haya ilusión, pero yo como entrenador mirar más allá me parecería un absurdo. Sería fácil dar titulares golosos pero hay que ser valientes en el campo, no en la sala de prensa». Valverde, estado puro.

Y eso pasa por salir al campo a llevar la iniciativa, «intentando siempre que el rival entre en nuestro juego, generar ocasiones para llevar el mando del partido», e imprimir ese ritmo alto que hace sufrir a los contrarios. Enfrente, Txingurri espera un Rapid «que intenta también sacar el juego desde atrás, llevar la iniciativa, tienen esa intención de mandar, por eso no espero un equipo que se encierre. Es un equipo que está bien, con confianza», a pesar de que viene de empatar fuera con el colista de la liga de su país. Es más, el técnico reconoció que hasta que no comience el partido será difícil calibrar su potencial porque uno analiza vídeos en los que se enfrentan a contrarios desconocidos con lo que es difícil testar su nivel real fuera de Austria. No obstante, la temporada pasada ya ofrecieron una buena imagen en Europa, ganando al Villarreal en la fase de grupos, y ante el Genk, ahora, remontaron un resultado adverso.

Los centroeuropeos llegan a la cita con el joven Louis Schaub como máximo goleador del equipo en todas las competiciones con cinco tantos, y el delantero brasileño Joelinton, tres en liga y uno en Europa, como sus principales referencias ofensivas. Un conjunto que gusta de jugar con un par de pivotes defensivos y, como avisó Valverde, con los carrileros bien arriba. Su responsable, Mike Büskens, se mostró feliz de poder vivir una «experiencia excepcional» en un «escenario bonito», como calificó al estadio de San Mamés, y ante un rival «nada fácil, que va muy bien en su liga, que juega muy compacto, es agresivo y muy ofensivo».

El técnico sigue viendo a los leones «favoritos» de grupo, por eso avisó que «debemos estar muy concentrados e intensos al cien por cien para hacer un buen partido, saber sufrir y, sobre todo, ser efectivos». Eso sí, «confiamos en ganar porque también lo necesitamos».

En lo que al de Viandar de la Vera atañe, más allá de la vuelta a la portería de Iago Herrerín, la principal y seria duda radica en las molestias que arrastra de su pasada lesión Laporte. El entrenador admitió que sería un contratiempo, sobre todo porque también está lesionado Bóveda y se quedaría con los dos centrales en teoría suplentes, Yeray y Etxeita, pareja inédita. El francés entró ayer en una convocatoria de 20 jugadores, en la que habrá dos descartes, quién sabe si uno el de Agen. No será hasta una hora antes del partido cuando lo sepamos.

Reforzada la seguridad

Por otro lado, la Ertzaintza reforzará hoy en San Mamés el dispositivo de seguridad. Los controles de acceso, se anuncia, serán «rigurosos», por lo que se recomienda a los aficionados que acudan al estadio con la suficiente antelación para evitar aglomeraciones. Estos días se hablaba de la presencia de unos 700 seguidores del Rapid en la capital bilbaina, lo que ha generado cierto temor ante la posibilidad de incidentes.

Sobre anteriores actos de vandalismo en encuentros europeos, Valverde manifestó ayer que «hay gente que quiere acaparar el fútbol para ellos, pero el fútbol es de todos. Es para disfrutar y sufrir, pero no para pasar de ahí», fue su nítido mensaje.

 

Williams: «No estoy pasando por mis mejores partidos, pero mejoraré»

Iñaki Williams cuenta con la confianza plena de Ernesto Valverde. Pero de momento no se ha traducido en su mejor juego. Ni él ni su buen compañero Iker Muniain, a los que la grada de San Mamés sigue echando en falta mientras el resto de los aparentes titulares parece ir poniéndose a tono. Ayer, el delantero compareció en la previa del partido para reconocer eso, que «sé que no estoy pasando por mis mejores partidos, pero seguro que las cosas me van a salir mejor, trabajo para ello». Veremos si es de la partida esta noche en un duelo que considera es «una revancha» tras «no esperarse la derrota en Italia». Un choque en el que los leones, dice, tienen clara su apuesta, la de «apretar al rival y hacer ocasiones». Unas palabras en la línea de las expresadas por su técnico, y que auguran un Athletic que saltará de inicio con las ideas claras de achuchar la meta austríaca e intentar adelantarse pronto en el marcador.

Williams ha participado en los seis partidos de Liga, cinco de ellos como titular y en dos ha sido sustituido. Suma 8 remates, de ellos 5 a puerta y ningún gol, algo que intentará hacer esta noche como dijo ayer lo intenta siempre pero de momento no sale. No ha encontrado su mejor nivel, se muestra intermitente y sigue errando en la toma de decisiones cuando encara el área rival. En competición europea suma 10 encuentros, con tres goles anotados, dos de ellos al Partizan serbio la temporada pasada y el anterior al Torino.J.V.