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La oposición rechaza el diálogo y aprueba iniciar un proceso contra Maduro

A pesar de que el Vaticano había anunciado el comienzo del diálogo entre el Gobierno de Venezuela y la oposición, líderes opositores negaron dicha negociación, a la vez que en el Parlamento aprobaban «estudiar la responsabilidad política del presidente», Nicolás Maduro, con vistas a enjuiciarlo, y preparaban para hoy una jornada de protestas.

La Asamblea Nacional de Venezuela, dominada por la oposición, acordó ayer iniciar el proceso para «evaluar y determinar la responsabilidad política» del presidente, Nicolás Maduro, por «abandono del cargo», lo que podría dar lugar a un juicio en su contra.

Los diputados, además, citaron a Maduro para que comparezca el próximo martes ante el pleno y le instaron a convocar un nuevo proceso electoral.

El presidente de la Asamblea Nacional, Henry Ramos Allup, avanzó también que encabezará una delegación que acudirá la próxima semana a la Organización de Estados Americanos (OEA) para «pedir la aplicación de la Carta Democrática», que podría llevar a la suspensión de Venezuela como país miembro.

Aunque parte de la coalición opositora habló de impeachment, a semejanza del llevado a cabo en Brasil contra Dilma Rousseff, en Venezuela no existe esta figura, por lo que si el Congreso declarara la responsabilidad política de Maduro, podría empujarlo a un proceso judicial ordinario, ya sea penal o administrativo.

No obstante, la decisión de la Asamblea Nacional podría ser anulada por el Tribunal Supremo de Justicia, dado que el pasado agosto determinó que todas las decisiones parlamentarias serán nulas hasta que no se expulse a tres diputados acusados de comprar votos y por el desacato hacia el Tribunal Supremo. Portavoces del Gobierno insistieron ayer mismo en que la Asamblea Nacional «no existe».

«Un golpe parlamentario»

La resolución confirma la intención de la oposición venezolana de no sumarse al diálogo impulsado por el Vaticano, anunciado la víspera. «En Venezuela no ha comenzado ningún diálogo, el programa de la MUD sigue intacto», afirmó el líder opositor Henrique Capriles, una declaración a la que siguieron otras similares de otros políticos de la MUD. El lunes, el nuncio apostólico Emil Paul Tscherrig había anunciado en Caracas el comienzo del «diálogo nacional» entre representantes opositores y del Gobierno el próximo domingo en Isla Margarita.

En cambio, los opositores reiteraron el llamamiento a llevar a cabo hoy una jornada de protestas en todo el país por la suspensión por parte de los tribunales electorales del proceso hacia un referendo revocatorio contra Maduro.

Ayer miles de personas expresaron su apoyo al Gobierno y exigieron respeto a la Constitución y las leyes en una marcha hasta el Palacio de Miraflores, pasando por el Congreso.

A su llegada a Venezuela tras una gira internacional, Maduro se dirigió a los manifestantes calificando la decisión de la Asamblea como «un golpe parlamentario» y advirtió a su presidente, Henry Ramos Allup, de que «esta es su última oportunidad para que pase por el aro constitucional».

Además, acusó a EEUU: «Esto es un coletazo de Obama antes de irse. Quiere hacerle daño a Venezuela». Insistió igualmente en que la crisis económica que sufre Venezuela obedece a maniobras estadounidenses.

 

El Ejército rechaza el llamamiento de la MUD a desobedecer

La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) rechazó el llamamiento de la Mesa de Unidad Democrática (MUD) a sumarse a sus planes de desobediencia ante las instituciones y ratificó su apoyo al Gobierno de Nicolás Maduro. La Asamblea Nacional, dominada por la MUD, instó el domingo a la FANB a desconocer las órdenes de las instituciones controladas por el chavismo, lo que para el Ejército «en nada contribuye a la concordia, la armonía y el entendimiento que se requieren para superar las dificultades y avanzar en la solución de los problemas». En concreto, rechazó el intento del Parlamento de inmiscuir a la institución castrense, que «es esencialmente profesional, sin militancia política», en un plan «eminentemente faccioso que obedece a objetivos de agrupaciones partidistas». «Más perniciosa aún es la pretensión de exigir desobediencia o inacción ante dictámenes emanados de poderes públicos legalmente constituidos en un régimen democrático del cual (la FANB) es precisamente su más celoso guardián y defensor», añadió. Los militares criticaron la pretensión de la MUD de acudir a instancias internacionales «bajo el fatuo argumento» de «un supuesto golpe de Estado que en modo alguno se ha llevado a cabo». Denunciaron «un mecanismo subrepticio y perverso de promover el injerencismo o incluso la incursión de una potencia extranjera». GARA