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La oposición armada siria llega debilitada a la mesa de Astana

El régimen sirio comienza hoy en Astana a hablar cara a cara con los grupos armados opositores, debilitados por las derrotas en el campo militar. Y ambas partes negocian condicionadas por las agendas de las estados que avalan el encuentro: Turquía, Rusia e Irán.

Los 45 representantes de las organizaciones armadas de la oposición siria se encontraban ayer ya en Astaná para participar desde hoy en las negociaciones auspiciadas por Turquía, Rusia e Irán. Será el primer cara a cara de Damasco con los grupos armados y no con representantes políticos, que acudirán como asesores. Las delegaciones de 13 facciones rebeldes llegan divididas y debilitadas tras la derrota militar sufrida en Alepo, mientras el régimen de Bashar al Assad acude reforzado por sus victorias militares logradas con el apoyo de Rusia e Irán.

Los intereses de Ankara, Moscú y Teherán condicionan además la posición opositora. Turquía, que antes se marcaba como prioridad indiscutible la salida de Al Assad, reconoce que no es posible una salida al conflicto sin contar con él. «La situación sobre el terreno ha cambiado de forma espectacular y Turquía no puede insistir nen una solución sin Assad. No es realista», afirmó en el Foro de Davos el viceprimer ministro turco, Mehmet Simsek. Para Turquía ahora su prioridad es frenar a las milicias kurdas.

El Gobierno sirio ha insistido en que la exclusión del Estado Islámico y el Frente de la Conquista del Levante –antigua filial de Al Qaeda– «será un test de credibilidad para los participantes». En varios frentes, milicias que se sientan en Astana combaten aliados con el Frente de la Conquista del Levante, que criticó su participación en las negociaciones y las acusó de «aceptar directa o indirectamente» la permanencia del presidente, Bashar al Assad.

La mayoría de los grupos representados combate en el norte del país, respaldados por Turquía, mientras que otras organizaciones más cercanas a Arabia Saudí y a EEUU se han quedado fuera.

Moscú ha planteado Astana como un complemento de las negociaciones formales impulsadas por la ONU y con sede en Ginebra, pero desde la oposición temen que Rusia busque suplantar el proceso de Ginebra y fomentar las divisiones entre los rebeldes.

La prioridad para los opositores es fijar el alto el fuego que comenzó el 30 de diciembre y la mejora de la situación humanitaria así como liberar a los presos políticos, pero evitar cualquier compromiso político. «Si Astaná trata únicamente del mecanismo del alto el fuego y del acceso humanitario, entonces será positivo, pero no será bueno si abordan cuestiones políticas porque supondría marginar a otras fuerzas políticas», apuntó un comandante del ELS.

Moscú, por su parte, ha declarado su intención de intentar lograr avances en las negociaciones de paz tratando directamente con los rebeldes con presencia militar en el país y sitúa la consolidación del alto el fuego como el principal objetivo.

Los kurdos se desvinculan de cualquier acuerdo

Las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), alianza integrada por combatientes kurdos, árabes, asirios y de otras minorías del norte de Siria liderada por las milicias kurdas, ha advertido de que no cumplirá las resoluciones que se adopten en la conferencia de paz sobre Siria en Astana por no haber sido invitada. «Nuestra no invitación ni participación en la mesa de negociaciones es una violación de nuestro derecho y de nuestros sacrificios, por lo que en este punto no cumpliremos con las decisiones de las reuniones», señaló la Comandancia General de las FSD en un comunicado. La agrupación lamentó que no se le haya invitado a las conversaciones de paz, pese a las victorias logradas por sus fuerzas contra el Estado Islámico (ISIS).

Las FSD, que reciben el respaldo de Estados Unidos, desarrollan actualmente la campaña «Ira del Éufrates» contra el ISIS en su bastión principal en Siria, la provincia de Raqa, a la vez que tropas y carros de combate turcos luchan, junto a grupos insurgentes sirios, contra las FSD en el norte de la provincia de Alepo. GARA