Iraia OIARZABAL
DONOSTIA
TRAS CINCO SEMANAS DE HOSPITALIZACIÓN

Izar recibe el alta y regresa a prisión con su madre hasta el 2 de marzo

«Tenemos que conseguir que no las vuelvan a separar», comentaba ayer la abuela de Izar tras recibir su nieta el alta y ser trasladada a prisión junto a su madre hasta el próximo 2 de marzo, cuanto cumplirá tres años. Sara Majarenas cumplirá íntegramente su condena en abril de 2018, lo que supondría un año más de separación para madre e hija.

Después de cinco semanas de hospitalización debido a la agresión sufrida a manos de su padre, Izar recibió ayer el alta y por la tarde fue trasladada a la prisión de Picassent, donde su madre, Sara Majarenas, cumple condena y ambas convivían antes del brutal ataque.

Sin embargo, superadas las consecuencias físicas de la agresión, ahora se presenta otra batalla para que la niña pueda seguir recuperándose junto a su madre ya que en apenas diez días, el 2 de marzo, cumplirá tres años, edad en la que los menores que permanecen junto a sus madres presas deben abandonar la prisión. «Sara tiene que seguir estando con su hija. Tenemos que conseguir que no las vuelvan a separar», expresaba Kontxi Ibarreta, la abuela de la menor, en conversación telefónica con GARA.

Las cinco semanas hospitalizada han supuesto un duro trance para la pequeña, que ha sido intervenida en cuatro ocasiones. «Está muy castigada», relataba su abuela. A ello se suman las consecuencias síquicas del ataque, que la menor es capaz de recordar. «Está muy tocada y tiene miedo. No quiere separarse ni un minuto de su madre», añadía. En esto contexto, apela a la activación de las instituciones para conseguir que no vuelvan a separar a Izar de su madre. La abogada, por su parte, mantiene la petición de libertad de la presa donostiarra.

En este contexto, Sortu volvió a exigir a través de un comunicado la inmediata excarcelación de Majarenas. La formación independentista destacó que su libertad es urgente para que Izar pueda estar bien atendida tras los hechos traumáticos vividos. Asimismo, incidió en el hecho de que ha cumplido ya las tres cuartas partes de su condena, por lo que debería estar en la calle si se aplicara la ley ordinaria penitenciaria.

 

Separadas por la excepcionalidad

15 de enero. Izar, la hija de dos años de Sara Majarenas, es agredida con un cuchillo por su padre durante un permiso de fin de semana con él fuera de prisión. Los hechos se conocen 24 horas después.

18 de enero. La menor mejora en la UCI. Su madre no puede visitarla hasta dos días después.

25 de enero. Izar pasa a planta tras haber superado las jornadas clave. Se establece un régimen de visitas de una hora cada dos días para Majarenas, que sigue encarcelada en Picassent.

3 de enero. La Audiencia Nacional rechaza suspender la pena de Majarenas argumentando que el juez José Luis Castro ya ha ampliado a través de un auto el régimen de visitas de la presa.

8 de enero. Ante el incumplimiento de la ampliación de las visitas, Castro ordena el traslado de la presa donostiarra al hospital para que pueda estar con su hija 24 horas al día.

20 de enero. La pequeña Izar recibe el alta hospitalaria y es trasladada desde el Hospital La Fe a la prisión de Picassent, donde permanecerá junto a su madre hasta el 2 de marzo, cuando cumplirá tres años.