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El FBI confirma que investiga lazos entre la campaña de Trump y Moscú

El director del FBI, James Comey, confirmó la investigación sobre la supuesta relación entre miembros del entorno del actual presidente, Donald Trump, con el Gobierno ruso durante la campaña electoral de 2016. La declaración ante la Cámara de Representantes desmintió además la acusación de Trump a Obama sobre espionaje en la campaña.

El director del FBI, James Comey, puso ayer al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en una situación complicada al admitir que está investigando los supuestos lazos entre Rusia y sus colaboradores durante la campaña electoral. En una audición en la Cámara de Representantes, el director del FBI admitió que investiga los intentos del Gobierno ruso de interferir en la elección presidencial de 2016.

«Esto incluye las investigaciones sobre la naturaleza de cualquier relación entre individuos ligados al equipo de campaña de Trump y el Gobierno ruso, y para determinar si hubo coordinación entre la campaña y los intentos rusos», un reconocimiento inédito, ya que habitualmente el FBI no confirma ni desmiente los asuntos que investiga. Comey estimó necesario hacerlo en esta ocasión por razón «de interés público».

Comey lastró la campaña de la candidata demócrata, Hillary Clinton, al hacer público, a pocos días de la votación, que el FBI había reabierto el caso del supuesto uso negligente de su correo electrónico. Poco después admitió que no había motivos para seguir la investigación, pero la declaración ya había aportado suficiente munición a la campaña de Trump.

Ayer la audición había comenzado con la enumeración por parte el representante demócrata Adam Schiff, de numerosos contactos entre miembros del entorno de Trump y personas próximas al Kremlin. Schiff cuestionó que solo sean coincidencias. Las agencias estadounidenses de Inteligencia concluyeron en enero que el presidente ruso, Vladimir Putin, estuvo detrás de los intentos de interferencia, pero no habían confirmado oficialmente si estaban examinando los lazos entre los integrantes de la campaña de Trump y funcionarios rusos.

Pero además, Comey dejó más solo a Trump en sus denuncias. El presidente había acusado en Twitter a su predecesor, Barack Obama, de haber ordenado escuchas en la Trump Tower durante la campaña. «El Departamento (de Justicia) no tiene informaciones que apoyen estos tuits, declaró Comey en la misma audición. «Ningún presidente podría» ordenar tales escuchas, añadió, subrayando el «riguroso proceso jurídico» necesario para someter a escuchas a ciudadanos estadounidenses.

La Casa Blanca niega complot ruso y no retira la acusación contra Obama

Frente al anuncio de la investigación por parte del director del FBI, James Comey, la Casa Blanca reafirmó ayer que no hay pruebas de un supuesto complot entre la campaña de Donald Trump y el Gobierno ruso para interferir en los resultados de las elecciones de noviembre pasado.

A la vez, y pese a la declaración de ayer del Comey, Trump ni se disculpará ni planea retirar la acusación de que Barack Obama ordenó espiar sus comunicaciones, según adelantó su portavoz, Sean Spicer.

En cambio, fiel a su estilo, el presidente de EEUU replicó reiterando sus acusaciones. Así, urgió al Congreso y al FBI a investigar las filtraciones de información clasificada, como las revelaciones de WikiLeaks sobre la CIA, en lugar de indagar sobre las «noticias falsas» que, a su juicio, se impulsan desde las filas demócratas.

«Es una historia falsa y todo el mundo lo sabe. Los demócratas fabricaron y lanzaron la historia rusa como una excusa para llevar a cabo una terrible campaña», acusó Trump.GARA