Pablo CABEZA
BILBO
Entrevue
IñAKI ANTÓN
GUITARRA DE INCONSCIENTES

«Busco arte y casi siempre encuentro abalorios, rebajas y productos ‘todo a cien’»

Segundo disco de Inconscientes, formación creada por Iñaki Antón, ex Platero y Tú, Extremoduro, y Jon Calvo, de Memoria de Pez. «Otras realidades. Quimeras» es su segundo álbum, un imaginativo disc0 de rock y ritmo y blues que se presenta este sábado en Kafe Antzokia de Bilbo.

Iñaki Antón, excelso guitarrista y creador, lleva su vida “consciente” ligada a la música. Su primera apuesta de fortuna fue Platero y Tú (anteriormente había estado en una banda llamada Qué, sin pasar del estadio maqueta), grupo bilbaino que tras unos largos años de intensa pelea y mucho trabajo consigue situarse y recorrer la península con las proporciones de un proyecto confiable y popular. Tras cerca de quince años de trabajo y progresión, en 2001 Platero y Tú se disuelve y los diferentes proyectos y actividades van marcando el sino de cada componente. Antón pasa a ser miembro de Extremoduro, además de técnico de sonido y productor en su propio estudio de grabación “La casa de Iñaki”, en la localidad de Muxika, de donde parten excelentes discos de Platero y Tú, Extremoduro, Fito y Fitipaldis, Marea, Despistaos, Doctor Deseo, Gatibu, Inconscientes, Calaña, The Riff Truckers, Extrechinato y Tú...

Vueltas de la vida provocan nuevos cambios. Antón traslada en 2011 su estudio a Mungia y monta junto a los hermanos Etxebarrieta Muxik-on (www.muxikon.es/es), ya con notables grabaciones acumuladas. Él también cambia, tres años después, de ubicación, de Muxika a Sopela, cerca de la inspirativa costa.

A finales de 2006 Extremoduro anuncia una pausa en su recorrido. Iñaki, Jose Ignacio Cantera y Miguel Colino, todos miembros de Extremoduro, deciden crear la Inconsciencia de Uoho; “Uoho” es el alias de guerra de Iñaki Antón. Se une a la fiesta del rock and roll Jon Calvo, voz y guitarra de Memoria de Pez (cuatro cedés en su haber). Para este disco también se cuenta con las teclas de Aiert Erkoreka, colaborador de Extremoduro, y pieza importante en la actual sonoridad del grupo.

Diez años más tarde cambia el nombre, ahora son Inconscientes y lanzan un doble cedé con dos vertientes, una más rockera, “Otras realidades”, y otra, “Quimeras” con el ritmo y blues fluyendo evocativamente. En cualquier caso, dos producciones muy cuidadas, cargadas de matices. «La pausa ha sido larga y, al final, han surgido canciones con diferente piel, así que se han dividido en dos bloques. «No nos preocupan los cambios de estilo. Pensamos que, al paso del tiempo, ya estamos bastante empapados de influencias y dejamos que fluyan, que salga nuestra música en cada momento de nuestra vida. Y, en efecto, en este disco hemos cuidado mucho los matices, los arreglos, la composición, los detalles... hemos querido hacer un trabajo fino, mimado, que no sea fácil de desentramar en una o dos escuchas».

“Otras realidades. Quimera” (El Dromedario) es un espléndido disco de rock y “música”. No es típico ni por la forma de cantarlo ni por la estética instrumental. Los detalles y el buen gusto –talento– forman un grueso que le permite reinventarse con cada escucha. Es un disco con lo mejor que se puede intuir de lo clásico –la imaginación de los setenta actualizada–, pero también es plenamente actual. Arreglos atrevidos y cortes de ritmo se interpolan con extraordinaria clase e inspiración. La fuerza y la ductibilidad conjuntan a la perfección. Es una aventura –en sus dos títulos– tan hermosa como reconfortante. Un trabajo sin condicionantes, libre y al alcance conceptual de muy pocos músicos.

El doble cedé se presenta este sábado en Kafe Antzokia de Bilbo a partir de las 22.00 horas. Como banda invitada estará el sólido y joven cuarteto iruindarra Cero a la Izquierda, que también presenta disco, “Campo de minas”.

Jon y usted han conseguido ser como una unidad a pesar del paso del tiempo de un disco a otro y los diferentes proyectos que defender

Nos vemos muchísimo, casi a diario. Retocamos, escuchamos, cogemos la guitarra, las voces... Hemos trabajado más de año y medio en este disco antes de grabar. Teníamos muchísimas ganas de retomarlo, pero estábamos todos en proyectos que requerían mucho tiempo y atención, y el trabajo ha sido ininterrumpido. No queríamos hacer el siguiente disco a retales de tiempo, y para hacerlo como queríamos, necesitábamos que se dieran unas circunstancias que no se han dado hasta 2015.

La canción es básicamente acordes y unas melodías vocales, si la tiene. Todas se pueden modular según el esquema del estilo presente o enfocar sin reglas, como «Detrás del universo», por ejemplo, o más directas como «No te detengas», un single perfecto, o «Soy mi enemigo«. Las quince podrían haber sido similares, pero por alguna sana ambición el cuerpo les ha pedido dos bloques y diferentes arreglos o enfoques para cada apuesta.

En mi caso, soy siempre mucho más partidario de que la canción me lleve a mí a su terreno que de llevar yo a la canción al mío. Sencillamente, había un conjunto de canciones que nos pedían más blues, más melodía, más reposo, y con ellas hicimos "Quimeras", un acompañamiento o un complemento a "Otras realidades" que es el disco de estos dos que nosotros mismos esperábamos que nos saliera. “Quimeras”, aunque suene extraño, ha sido una sorpresa para nosotros. Una sorpresa agradable.

Resulta curioso el asunto de la masterización: elegir una suave y una dura para bafles tipo ordenador o auriculares de 5 o 10 euros. Debe de ser trágico pegarse la paliza grabando para luego tener que pensar en el punto final innoble de la escucha y que se opte por la correcta, inhabitual. El responsable tuvo que alucinar con su doble propuesta: dos acabados. El duro conseguible por descarga..

Efectivamente, el día de la masterización es un día trágico. Muchas veces te ves obligado a "acogotar" un trabajo de meses en seis horas, y te aseguro que muchos de los discos que escuchamos sonarían mucho mejor antes de masterizarlos, aunque con menos volumen. La guerra del volumen le está haciendo mucho daño a la musicalidad y acelera significativamente la fatiga auditiva. Tony Cousins, flipó mucho cuando le dijimos que no queríamos un volumen exagerado y preferíamos respetar más la dinámica; se puso muy contento. Los grandes ingenieros de masterización no se sienten bien teniendo que reventar mezclas a diario. Es como tener que traicionar, por motivos comerciales, a su particular juramento hipocrático.

«Detrás del universo» posee una base rock-blues sureño; sin embargo, el estribillo es primaveral, melódico, remite a Extremoduro. Incluso con esas guitarras dobladas, que tanto son suyas o del propio rock sureño. Además, la composición comienza con rock-blues y va derivando hacia lo que podría tildarse de sinfónico rockero.

Sí, también ahora estoy de acuerdo contigo. Me parece interesante que una canción pueda permitirse viajar por diferentes ambientes y transportar en ese viaje al oyente. A veces nos apetece una "foto fija", escuchar algo de un estilo determinado porque nos lo pide el cuerpo, pero otras mola mucho empezar en Portugalete y acabar en Murcia.

¿Tanto tú como Jon sois escuchantes de música actual o rock clásico por siempre?

Prefiero diferenciar la música por calidades que por cronología. Me gusta escuchar música buena, sea de la época que sea. Encuentro muchísima más cantidad de rock de calidad en décadas anteriores que actualmente, en dónde las máquinas trabajan a veces más que la imaginación y la interpretación, pero rebuscando entre tanta basura "comercial", a veces aparece también una flor preciosa.

¿Entiende la escena actual, las tendencias, la simpleza...?

No entiendo un carajo. Busco arte, en cualquiera de sus expresiones –no hablo solo de música– y casi siempre encuentro únicamente rebajas, abalorios y productos de "Todo a cien".

Qué delicada es «Debajo de un abedul»

Es una canción del gaditano Carlos Chaouen a la que hemos tratado de dar algo de lo mucho que sugería. Fue un puntazo que nos ofreciera canciones para grabar. Ese tío, cantando con su guitarra delante de mí, solos los dos, me humedecía los ojos. Sin duda, el mejor directo que he disfrutado en muchísimo tiempo.