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Berlín

Berlín y París buscan una integración «mejor» de la eurozona

En plena vorágine electoral en ambos estados, los responsables de las finanzas públicas de Berlín y París quisieron mostrar ayer una imagen de unidad estratégica que frene el avance de las tormentas que se ciernen sobre la eurozona y el conjunto de la UE. El «eje franco-alemán» volvió al escenario, pero falta por saber si hay trabajo de fondo.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, y su homólogo francés, Bruno Le Maire, anunciaron ayer en Berlín la creación de un grupo de trabajo que deberá elaborar propuestas para mejorar la integración de la eurozona. Esas recomendaciones deberán someterse a la consideración de los dos gobiernos durante la próxima cumbre franco-alemana, prevista para después de las elecciones legislativas francesas de junio y, en principio, antes de los comicios alemanes de setiembre.

Según explicó Le Maire, el grupo deberá preparar propuestas en campos claves como la convergencia fiscal y la coordinación de las políticas económicas. «No podemos tener una Unión Monetaria con quince políticas económicas distintas», subrayó el ministro francés.

Le Maire también recordó el plan ya acordado por Schäuble con su antecesor, Michel Sapin, para elaborar una lista de proyectos de inversión franco-alemanes que traigan crecimiento a la eurozona.

«La gente espera propuestas concretas de inversiones que generen crecimiento y empleo, y me parece buena la propuesta de Wolfgang Schäuble», apuntó antes de asumir que, aunque desde hace mucho tiempo se habla de la necesidad de una mayor integración de la eurozona, el proceso no avanza a suficiente velocidad. Los dos ministros resaltaron que si Alemania y el Estado francés dan pasos bilaterales no lo hacen para escindir a la UE, sino, por el contrario, para impulsar el proceso de integración.

Incumplimiento de déficit

Precisamente, la Comisión Europea hizo pública ayer una nueva radiografía que refleja que la integración de las políticas económicas no va al ritmo deseado. En sus recomendaciones económicas por estados, propuso cerrar el procedimiento de déficit excesivo contra Portugal y Croacia, así como solicitar a Finlandia y Bélgica que adopten reformas adicionales.

Si el Consejo de la UE acepta la recomendación de la Comisión, solo Grecia, el Estado español, Gran Bretaña y el Estado francés mantendrán abierto el proceso de déficit excesivo, frente a los veinticuatro países que en 2011 se encontraban en esa situación. Eso significa que estos cuatro socios seguirán bajo el «brazo correctivo» de Bruselas.

«Las tendencias son, en general, positivas, y deberíamos aprovecharlas para crear unas economías más competitivas, resistentes e innovadoras», comentó el vicepresidente del Ejecutivo comunitario para el Euro, Valdis Dombrovskis. No obstante, advirtió de que cada país es «responsable de garantizar estabilidad en sus finanzas públicas» y pidió a los Estados miembros más implicación en la implementación de las reformas promovidas por Bruselas.

«No hay desarrollo sostenible sin unas finanzas públicas sostenibles», afirmó el comisario letón en una conferencia sobre gobernanza económica en la European Business Summit, un foro que se celebra estos días en la capital de la Unión Europea.

La reunión del eurogrupo dio inicio en un ambiente favorable al acuerdo político que dé paso al alivio de la deuda griega

Antes de tomar parte en la reunión del eurogrupo, que se preveía muy larga, el comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, indicó que veía «posible, factible y próximo» un acuerdo político sobre la segunda revisión del tercer rescate a Grecia. «Debemos hacer nuestros mejores esfuerzos para llegar a él o aproximarnos, para lograr progresos decisivos, porque es el momento de abrir una nueva fase para la eurozona y el pueblo griego», declaró. No obstante, reconoció que, si se produce ese avance, el desembolso de la ayuda financiera a Grecia se abordaría en el próximo Eurogrupo, previsto para junio. Y asumió que el objetivo del debate de ayer también era buscar «un acuerdo sobre la sostenibilidad de la deuda griega con la participación del FMI». Precisamente, esto es lo que reclama el Gobierno de Alexis Tsipras tras lograr aprobar la pasada semana en el Parlamento heleno nuevas medidas de austeridad en base al prometido alivio de la deuda y en medio de una huelga general.

«Es momento de que el Fondo Monetario Internacional suba a bordo y de que tome formalmente una decisión, pero por supuesto ellos han dejado claro lo que requieren, así que trabajaremos en ello hoy», sostuvo, por su parte, el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. GARA