El Ibex frenó su reacción del martes. El asalto a los 11.000 puntos quedó para otro día, aunque la superación de ese nivel es un paso crítico para dejar atrás el riesgo de perder la tendencia al alza de largo recorrido de este año. Ayer pudieron más los miedos al fracaso de las reformas de Trump y la rebaja de la nota crediticia de China en la deuda a largo plazo por parte de Moody´s que las expectativas de recuperación de la economía europea. En este sentido, el presidente del BCE, Mario Draghi, insistía en los efectos positivos de sus medidas para la economía real frente a los riesgos inherentes a un periodo largo de tipos bajos. Por otro lado, los mercados cerraron en Europa sin conocer el contenido de las actas de la Fed, un buen motivo para mostrar prudencia ante cualquier giro inesperado en la política monetaria.

Pese a estos obstáculos, el Ibex resistió sobre los 10.900 puntos. Hoy comenzará con 10.907,40 puntos, después de recortar un 0,08%. En Europa también hubo pequeñas caídas en Fráncfort (-0,13%) y París (-0,13%), mientras que Londres (+0,40%) terminó en positivo.

En el Ibex, tercer día consecutivo en rojo para Popular (-3,61%), que camina hacia sus mínimos históricos. Iberdrola (-1,26%) y Gamesa (-1,14%) le secundaron en la lista de perdedores. De los pesos pesados, terminaron con pérdidas Telefónica (-0,49%), Inditex (-0,22%) y Repsol (-0,07%), mientras que Santander (+0,62%) y BBVA (+0,11%) acabaron con ganancias. Los mejores fueron Cellnex (+1,94%) e IAG (+1,21%). Fuera del Ibex, destacó el salto de Tubacex (+12,24%), tras firmar un contrato en Irán por 556 millones de euros, el más importante de su historia. En París, las subidas fueron lideradas por Carrefour (+1,66%), frente a Engie (-1,48%), el peor del día.