Maitane ALDANONDO
Bilbo

LA SEGURIDAD ACTIVA DE LAS CERRADURAS INVISIBLES

SeGiro ha desarrollado un sistema de seguridad para inmuebles controlado por el propio usuario y que sustituye la llave por una llamada perdida. Tras redefinir su modelo de negocio e implementar aspectos digitales lo relanzaron hace seis meses.

La mayoría de los sistemas de seguridad son pasivos y dejan poco margen a los usuarios para actuar. Consciente de esa laguna, el ingeniero técnico Juan Francisco Giménez ensambló diferentes productos domóticos y creó el Smartkeys Segiro, un sistema activo en el que el propio usuario controla la protección de su hogar o negocio convirtiéndolo en un espacio invulnerable. Don años después de patentarlo, en 2013, decidió unir fuerzas con Ana Nuñez creando la sociedad limitada Segiro Domótica y Seguridad con sede en Bilbo. Iniciaron su andadura comercial en abril de 2014, pero no pudieron responder a la demanda, lo que generó un cuello de botella. Se dieron cuenta de que necesitaban retomar la innovación y repensar su modelo de negocio.

Centrados en el mercado inmobiliario tanto particular como de empresa, volvieron a lanzar su producto en diciembre de 2016. El producto renovado incluye opciones del mundo digital que aportan comodidad. En palabras de Nuñez, los resultados están siendo «abrumadores» y aunque planeaban crecer con partners propios, «el volumen de oportunidad es tan grande que no nos da ni tiempo ni opciones. Lo que hemos hecho es generar prescriptores en España». Esperan crecer de los diez empleados a los dieciocho, sin contar la producción, que han trasladado de Alicante a Euskal Herria.

Hace tres años no había nada en este campo, pero en este tiempo grandes compañías han intentado crear cerraduras invisibles, la apertura con llamada perdida… A diferencia de estos, SeGiro no es una app, no requiere de Internet, wifi o bluetooth; y no importa a que distancia esté el usuario. Es un sistema analógico con encriptación propia, por lo que no puede ser hackeado ni la señal inhibida. Consta de tres componentes: una cerradura electromagnética, una centralita domótica y un botón o manilla antipánico. La cerradura es adaptable a cualquier tipo de puerta, incluso las motorizadas. Se caracteriza por ser invisible e inaccesible, ya que se encastra en el interior del marco de la puerta o ventana. Se instala sin obra civil, en tres o cuatro horas.

Su uso es sencillo. La centralita activa las cerraduras mediante una llamada perdida –sin coste– desde un terminal autorizado. «El sistema comprueba si el número entrante está en la lista de admitidos. Si es así, al primer tono corta la llamada y desbloquea la cerradura». En caso de robo o perdida del teléfono, basta con solicitar a otro usuario autorizado que lo elimine de la lista. El aparato tiene una autonomía de 36 horas en las que puede funcionar sin estar conectada a la corriente. Por su parte, el botón antipánico sirve para desarmar el sistema en situaciones dramáticas.

Seguridad y comodidad

El sistema nació pensando en la seguridad, pero desde su entrada en el mundo digital «el 50% del negocio es la comodidad, el no tener que andar con llaves», apunta la responsable, «el cliente pide usar el teléfono móvil y tenemos la obligación de estar al día». El producto renovado incluye una zona de usuario en la página web de la empresa, similar a la de la banca online, desde la que el cliente controla las autorizaciones. Además, aporta valor añadido a los sistemas domóticos, es decir, «si lo tienes instalado te permite controlar otro elementos electrónicos, conexiones, extinción de humos...».

El producto no tiene cuotas, pero ofrecen tanto un servicio técnico como de gestión que son de pago y opcionales. El precio del SeGiro Smartkeys varía de 900€ a 1.400€, dependiendo de las particularidades del sistema que se instale, cuantos elementos se controlen y los componentes requeridos.

Banca, casas rurales, vivienda unifamiliar… sus clientes potenciales son particulares y empresas de todo tipo. Nuñez considera que el alquiler vacacional define bien los usos de su producto. «Hay mucho interés en este campo, por su comodidad. No tener que dejar las llaves, poder abrir a distancia o autorizar la entrada, la seguridad...». También ha surgido una oportunidad en el campo de la automoción en lo relativo al sistema de arranque y al de control de cerradura, aunque aún no se ha concretado.

Es un sistema joven por lo que están generando prototipos y haciendo simulaciones de varios servicios que les reclaman, así como dando la oportunidad a los usuarios de testarlo. El mercado ahora mismo es más grande en el sur del Estado. La responsable opina que eso se debe a que allí «la inseguridad es un problema importante y el nivel de turismo es alto, lo que hace que la mentalidad sea más abierta; mientras que en el norte hay mayor seguridad y clasismo a la hora de probar productos innovadores».