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BILBO

Orkestra aboga por «repensar el modelo vasco de bienestar»

El informe anual elaborado por Orkestra (Instituto Vasco de Competitividad de la Universidad de Deusto) insta a abrir «una reflexión estratégica» sobre el modelo de bienestar que comprometa a agentes económicos, sociales y políticos. «Afrontar ese gran reto de futuro supone la necesidad de generar un amplio consenso social», sostiene.

En la rueda de prensa que tuvo lugar ayer en Bilbo, el rector de la Universidad de Deusto, José María Guibert, manifestó que es necesario conseguir un término de competitividad que sea «amplio y suponga también cohesión social y desarrollo armónico». «Precisamente, este año el informe tiene un acento especial en las personas y habla de la relación entre el mundo laboral y el de la formación», subrayó.

Por su parte, el presidente de Orkestra, Ignacio María Echeberria, comentó que, tras diez años realizando el “Informe de Competitividad del País Vasco”, les ha parecido importante «no solo reflexionar sobre lo hecho, sino mirar hacia el futuro». «Un futuro que queremos considerar desde el punto de vista del pasado; esto es, para ver a dónde vamos es necesario saber de dónde venimos», añadió, según recogió Europa Press.

«La economía ha cambiado mucho. Hemos pasado de una situación muy buena antes de la crisis a una muy crítica, y parece que ahora estamos saliendo de la crisis –comentó–. Todo eso se ha hecho a través de una transformación productiva muy fuerte, sobre todo de la industria, que ha permitido superar los mayores problemas de la crisis, aunque no todos».

Indicadores socioeconómicos

La directora general de Orkestra, María José Aranguren, incidió en que los principales indicadores de competitividad reflejan que la economía vasca ha tenido «buen comportamiento y evolución» en la última década, «incluso en los momentos más profundos de la crisis». Por ello, la CAV se sitúa en el puesto 33 de las 192 regiones europeas en PIB per cápita.

«El índice de productividad también se sitúa entre los más altos del ránking europeo y se ha reforzado en los dos últimos años, permitiendo compensar los mayores costes laborales existentes en Euskadi respecto a otras regiones y países».

Explicó que otros indicadores de carácter social no han mejorado tanto como en otras regiones de la UE. Aunque las cifras han mejorado estos dos últimos años, asumió que «la creación de empleo de calidad sigue siendo uno de los retos más importantes de la economía vasca».

«Será necesario atraer a una población inmigrante con mayor cualificación y seguir formando a quienes ya residen en Euskadi», planteó. En cuanto al envejecimiento de la población, señaló que hay que «potenciar nuevas actividades empresariales en base a oportunidades de negocio para responder a los patrones de consumo y las necesidades de las personas mayores».

La «ambidestreza», factor clave en materia de competitividad

El equipo de analistas de Orkestra demanda también una evolución en el sistema educativo para mejorar su capacidad de respuesta a las necesidades formativas existentes. Así, el “Informe de Competitividad del País Vasco 2017” aconseja que se aborde una estrategia integral de colaboración entre el ámbito educativo y el laboral, «impulsando iniciativas como la formación dual» en la FP.

Igualmente, subraya la necesidad de que las empresas desarrollen una mayor «ambidestreza» como «factor clave» para alcanzar determinados niveles de competitividad a largo plazo. El concepto de ambidestreza se refiere a la capacidad de gestionar los cambios de carácter progresivo (explotación) y otros de alcance más radical (exploración).

«La competitividad de la empresa vasca requiere explotar las potencialidades actuales de las empresas y, al mismo tiempo, explorar cambios más radicales capaces de generar nuevas oportunidades», indicó la directora general de Orkestra, María José Aranguren. Y recordó que, tras una caída importante en 2009, las exportaciones vascas han tenido una evolución positiva, «recuperando los niveles precrisis ya en 2011».

Además, Orkestra insta a afrontar la innovación del sector público en sus propias estructuras organizativas y en sus relaciones con otros agentes, «buscando una mayor eficiencia en el uso de los recursos públicos». GARA