El Centro de Recursos sobre Robo de Identidad (ITRC) informó que el pasado año, las compañías y las agencias gubernamentales de Estados Unidos denunciaron un 40% más de casos relacionados con la vulnerabilidad de la seguridad de internet que en el año 2015. Al igual que el resto de gigantes tecnológicos, Google ha querido evitar el acceso a sus codiciadas bases de datos. Para ello crearon Project Zero.

Según “Fortune”, si bien fue oficialmente creado en 2014,  los orígenes del grupo se remontan otros cinco años atrás. En 2009 tuvo lugar un episodio que cambió la perspectiva del gigante de internet cuando un grupo de ciberespionaje relacionado con China hackeó a varios gigantes entre los que se encontraba Google. Dicho suceso provocó un gran enfado en el cofundador de Google, Sergey Brin, el cual puso en marcha un plan encaminado a fortalecer la seguridad no solo de su compañía, sino de internet. En primer lugar determinó que la seguridad de su empresa no dependiera de otras y planificó una estrategia diferente que se concretó en la contratación de un equipo de élite de hackers ente los cuales figuraba toda una leyenda, el británico Tavis Ormandy.

En su primer informe para Mountain View, Ormandy reveló que el fallo en la seguridad no se debió a Google y alertó sobre una falla en el sistema operativo Windows. Visto que Microsoft no quiso saber nada de dicho fallo en su sistema, Google hizo públicos los detalles. Al poco tiempo repitió lo mismo con Java, después de que Oracle no prestara atención a su advertencia sobre una vulnerabilidad de su software. Según “Fortune”, Google no creó Zero Project a modo de altruismo comercial ya que sus logros «benefician de manera indirecta el negocio central de Google, la publicidad en línea. Al proteger a los usuarios de la red se garantiza la utilidad de esos avisos».