Mikel CHAMIZO
DONOSTIA
Entrevue
ENRIQUE AZURZA
DIRECTOR DE CORO

«La música contemporánea y la antigua se complementan muy bien»

El tolosarra Enrique Azurza es uno de los directores de coro más activos de Euskal Herria, al frente de agrupaciones como la Sociedad Coral de Bilbo, Hodeiertz y KEA Ahots Taldea, además de los coros de la UPV-EHU y Musikene. Es un gran especialista en el repertorio coral contemporáneo y ha estrenado decenas de obras, pero esta tarde actuará en la Quincena Musical con un programa de música antigua. 

El Convento de Santa Teresa de Donostia acogerá hoy a las 18.00 una nueva cita con la música antigua, en este caso de manos de KEA Ahots Taldea. El grupo que dirige el tolosarra Enrique Azurza presentará un programa fúnebre con piezas del siglo XVII de dos de los autores ibéricos más importantes del período, Alonso y Duarte Lobo. Como colofón, interpretarán el célebre “Miserere” de Allegri.

A KEA Ahots Taldea solemos escucharlo cantando música contemporánea. ¿Cómo ha surgido este programa con repertorio del siglo XVII?

No es la primera vez que abordamos la música antigua, ya llevamos cuatro o cinco acercándonos a ella. En realidad ha sido cerrar el círculo, porque cuando creamos KEA hace 20 años, muchos de los cantantes procedían de grupos de música antigua como la Capilla Peñaflorida. También ha pesado mi propia evolución personal. La gente me identifica con la música contemporánea pero he dirigido mucha música antigua en el pasado y me apetecía retomarla. Además, la música antigua y la contemporánea se complementan muy bien, muchos conjuntos europeos similares al nuestro las alternan porque ese contrapunto ayuda a oxigenar las voces de los cantores.

El programa que cantarán esta tarde, «Tenebrae factae sunt», anuncia un tono oscuro.

Totalmente. Es un programa para un oficio de tinieblas, que incluye una misa de difuntos, unas lamentaciones y un miserere. La idea parte del 400 aniversario de la muerte de Alonso Lobo, un autor fascinante que siempre permanece a la sombra de Guerrero y Victoria entre los músicos españoles de la época. En torno a esa efeméride, se me ocurrió reconstruir un oficio de tinieblas, un oficio religioso muy especial en el que se prohibían los instrumentos hasta que muere Jesús y truenan las carracas y el órgano, como representación del cataclismo. Tendremos también un tenebrario, un candelabro con 15 velas que se irán apagando durante el concierto.

Hay otro Lobo en el programa, Duarte Lobo, en este caso portugués. ¿Qué diferencias y similitudes existen entre ambos?

Duarte es un poco posterior a Alonso y no es un músico a la altura del español, pero aun así es el compositor más importante del XVII portugués. Su estética es un poco conservadora para la época, porque en Portugal iban a caballo de lo que se hacía en el resto de Europa, pero introduce algunas armonías novedosas que hacen de su música una experiencia bastante ecléctica.

 

¿Ha tenido que entrenar a los miembros de KEA en algún sentido específico, para poder abordar este programa de música renacentista?

Sí, el cambio de chip es total, pero como ya tenemos a gente que en su día hizo música antigua, no ha sido tan difícil. Se trata de músicas muy austeras, de un contrapunto severo, que requiere mucho rigor en la afinación, en el fraseo y el legato. Vocalmente requiere de los cantantes un vibrato y una emisión más controlada que en el repertorio contemporáneo. Son mundos muy diferentes, así que intentamos no alternarlos a lo loco.

 

En los últimos años, KEA ha protagonizado conciertos muy destacados dentro del circuito estatal de la música contemporánea, con actuaciones en el Museo Reina Sofía de Madrid o en la Semana de Música Religiosa de Cuenca. ¿Cómo ha sido el camino para llegar hasta ahí?

Es el fruto de muchos años de trabajo y de insistir en una senda que nadie más transita. En el panorama estatal no hay muchos grupos parecidos al nuestro, o al menos no los hay que se mantengan durante tantos años. Surgieron proyectos puntuales en Sevilla o Madrid, pero no aguantaron porque el de la contemporánea es un mundo muy complicado y con pocos recursos. Así que el nuestro, en cierto modo, ha sido un premio a la constancia: la gente termina escuchándote en un sitio u otro, comprueba que trabajas con rigor y te dan un voto de confianza. El curso que viene volveremos a actuar en el Reina Sofía y será ya la cuarta ocasión.

 

Han estrenado algunas obras contemporáneas muy potentes que luego apenas han repetido en conciertos posteriores. ¿Por qué sucede esto?

Tristemente, el mundo de la música contemporánea funciona a base de este tipo de encargos, que rara vez pasan más allá del día del estreno. Además, suelen ser obras muy complejas que requieren ciertos recursos instrumentales y un presupuesto que no siempre está a nuestra disposición, porque con la crisis prácticamente hemos tenido que limitarnos a cantar a capella. Intentamos volver a interpretarlas cuando podemos, pero esto no ocurre a menudo.