Pablo CABEZA
BILBO
Entrevue
IOKIN ELORTZA
VOZ Y GUITARRA DE SEIURTE

«Algo que aprendes cuando llevas veinte años, es a no hacerte ilusiones»

Para la celebración de su 20 aniversario, Seiurte graba la canción «Hogei urte», una de sus mejores composiciones y un himno global. Les acompaña Morgan, la banda madrileña de Ekain Elortza. Ibai, otro de sus hermanos, les filma un excelente clip en blanco y negro. Letra e imágenes son una merecida conmemoración de sí mismos que compartimos viéndoles y escuchándoles.

Con Izurrai como principal antecedente, Seiurte nace en Berriz hace veinte años. Son unos críos y ya apuntan descaro y soltura. En el 98 graban la demo “…Orain”, ya como Seiurte. Tres años después “Non”. El cuarteto de los hermanos Elortza ya apunta un camino distinto al de la mayoría de bandas vascas, aquí no hay metal ni extremos, ni pop blandengue ni punk. Son canciones en las que prevalece el cuidado melódico, la letra en negra del power pop, pero con la flexibilidad suficiente como para guionizar las composiciones sin clichés.

En 2002, Seiurte gana la decimosegunda edición del concurso Euskadi Gaztea (hoy Gaztea) y el 2 de abril de 20o3 debuta con el disco “Bapatean”, editado por el sello Metak. Desde entonces, el cuarteto integrado por los hermanos Iokin, Ekain, e Iñaki Elortza, junto con el inseparable bajo de Julen Oarbeskoa, ha construido una notable historia marcada por una serie de discos donde la canción se sitúa por encima del estilo, sin que les falte carácter, sonoridad propia ni iniciativa. Llegan al presente sin cambios de formación desde su primer disco y es así porque, al margen de ser familia, son músicos que creen en su proyecto y en cómo lo ofrecen.

Recorrer los discos es recordar momentos emocionales, revivir el bullicio musical que la casa de los Elortza ha sido siempre para ellos y para los músicos del entorno, y que sigue en parecidas circunstancias.

Las diferencias entre discos se perciben, pero por encima de la evolución y mejora, quedan las sólidas canciones. Las tienen inspiradas a decenas, y tocadas con la calidad que manejan ahora es sencillo imaginar el potencial intrínseco.

Para celebrar sus veinte años el cuarteto no ha tirado de recopilatorio, regrabación o similar. Ha compuesto “Hogei urte”. Nos parece que es su canción más singular. Camina épica, es coral, electroacústica, de estribillo delicado y bien estructurada. Es una de las grandes canciones de su historia y un corte que pasa a las páginas de Euskal Herria, como algunas de sus canciones previas.

Iokin Elortza, una de nuestras mejores voces, se encuentra en el festival Sonorama. No para, es un nómada de los conciertos. Es el músico que quizá más veces hayamos visto en conciertos distanciados, no solo al lado de casa. Y un gran aficionado a los festivales. Absorbe cultura, es inquieto y vive su musicalidad con aplomo y tesón, aunque su hermano Ekain le gana en… apuesta, pues lleva años afincado en Madrid tocando con numerosas bandas, entre ellas Dinero y Morgan, sin olvidar ni dejar a la banda de su niñez, Seiurte, donde ya tocaba la batería alrededor de los 14/15 años. Tampoco extraña su periplo, es un brillante batería.

Celebramos el veinte aniversario, pero nos da la impresión de que en cada etapa, tras cada disco, se han merecido más de lo que han recibido.

Es algo que hemos escuchado en variadas ocasiones, para qué negarlo. No obstante, nosotros tratamos de no pensar en ello, si nuestro objetivo hubiese sido conseguir reconocimiento, nos habríamos rendido hace mucho tiempo, pero por fortuna nos mueven otros estímulos: emocionarnos con una nueva canción, ilusionarnos porque nos llaman para dar un concierto... A veces parecemos un grupo de chavales que está empezando, eso nos mantiene. Pero tampoco vamos a negar que en ocasiones el camino ha sido y es duro, y que algo más de reconocimiento nos habría ayudado, y nos gustaría hacer extensiva esta reflexión a más grupos que creemos que están en nuestra situación.

Retomando «Bapatean», catorce años de distancia, fluyen canciones espléndidas. «Barkatu» define la mejor unión entre el pop y el rock. «Zu» muestra el costado más rockero con una clase tremenda. El ritmo medio se lo lleva «Hain gutxi al da». «Zu eta ni» continúa siendo una gran balada. ¡Y estaban naciendo!

Me cuesta imaginarme a mí mismo en esa época, siempre he sido una mezcla rara entre popero y rockero. Tenía unas ganas enormes de hacer canciones pop, recoger la herencia de Itoiz o Jotakie y hacer algo con un discurso propio, pero luego en el escenario mi cuerpo quería rock, no lo podía evitar, esa dicotomía la hemos tenido durante mucho tiempo hasta que el rock se ha impuesto en nuestra música. Esa época es un poco difusa para mí, los 90 habían sido de gran efervescencia musical, pero no veía un relevo claro, mis referencias seguían siendo la misma música que había escuchado durante esa década y de ahí me inspiraba. Afortunadamente a posteriori la cosa cambió y volví a recibir nuevas y grandes influencias que han marcado nuestra trayectoria pero “Bapatean” refleja esa época, donde hay canciones rockeras y otros temas absolutamente pop. Al final quedó algo difuso, pero es lo que éramos en ese momento, para bien y para mal.

¿Le resulta complicado discernir cuál es el álbum que más le satisface?

Complicado. En todos los discos hay buenos temas, pero si tengo que elegir uno me quedo con “Atlantida”. Con ese disco empezamos a funcionar de manera diferente, tanto a la hora de componer como de grabar y nos vino muy bien. Creo que hicimos un buen disco y lo notamos en que tuvo más repercusión. A partir de ahí, aunque haya sido de manera muy sutil, hemos notado que se nos ha ido reconociendo más. A posteriori grabamos “Ezpalak” que para mí es un epílogo de “Atlantida”, pero por haber sido en “Atlantida” cuando cambiamos métodos de trabajo y ser el punto de inflexión, me quedo con él.

Hemos picoteado también en «Ekiozu», 2004. Se lleva menos de un año con el debut. Nos ha resultado muy familiar «Amaigabeko gaua», también por la colaboración de Gari, que sirve para comprobar que no está por casualidad, que algunas de sus inflexiones se encuentran en su voz y en esta época. También está «Urruntzen» con toda su fuerza y vigencia continua.

La opción de grabar nuestro primer disco nos vino de sorpresa, no lo esperábamos, por lo que cogimos las mejores canciones que teníamos en ese momento y las grabamos en «Bapatean», pero algunas de esas canciones tenían tres meses y otras tres años, por lo que no tenían un hilo conductor muy definido. Con «Ekiozu» quisimos hacer un disco que reflejase mejor el momento de la banda, y por eso nos pusimos a componerla nada más terminar «Bapatean». «Urruntzen» o «Amaigabeko gaua» fueron canciones que tuvieron bastante repercusión. La colaboración de Gari fue algo muy espontáneo, no somos de colaboraciones, pero cuando teníamos grabada “Amaigabeko gaua” a todos nos pareció que en esa parte de la canción la voz de Gari quedaría de lujo y así fue. Igual que decia antes de las influencias de grupos como Itoiz o Jotakie, no podemos obviar que también Hertzainak o el propio Gari en solitario, ha sido siempre un referente para nosotros.

Es uno de los músicos que más veces hemos visto en conciertos como escuchante. ¿Es pasión? ¿Devoción por la música? ¿Interés y curiosidad?

La mayoría de los conciertos los veo en Berriz, tanto en el Kultur Etxe como en el gaztetxe. Los melómanos de Berriz somos unos afortunados. Pero es cierto que voy a un montón de conciertos, es por devoción. Si no estamos de concierto propio, no se me ocurre mejor opción que estar viendo otro concierto. No obstante, lo que a mí se me hace raro es no haber visto a más músicos de concierto en concierto. Eso sí que no lo puedo entender.

¿Se aprende más de los directos que de escuchar música enlatada o son dos facetas complementarias y necesarias?

Son complementarias y necesarias. Hay que seguir alimentando el conocimiento siempre. No puede ser que la gente siga escuchando solo los discos que escuchaba cuando tenía veinte años, si no quieres seguir haciendo discos iguales, o peores que el primero que hiciste, hay que seguir aprendiendo y escuchando música, y de eso también creo que hay muchos casos.

Llega «Hogei urte». Una de las mejores canciones que hayan compuesto/grabado. Su voz la une con el pasado, pero compositivamente, por ritmo, por épica británica..., nos parece que es diferente a todo lo que han hecho. ¿Le sorprende la buena recepción que está teniendo canción y video-clip?

Es una canción diferente y es lo que buscábamos. No queríamos celebrar nuestro veinte aniversario con una canción “más”, deseábamos que se notase que era una canción especial para nosotros, por eso es una composición diferente y hemos incluido la colaboración del grupo Morgan. Y sí nos está sorprendiendo mucho la buena acogida porque una de las cosas que aprendes cuando llevas en esto veinte años, es a no hacerte ilusiones con nada; pero, de pronto y sin esperarlo, vemos que una canción nuestra vuelve a generar expectación. Sorpresas te da la vida, y nosotros encantados.

¿Que colabore Morgan es un homenaje dentro de otro homenaje, de paso a Ekain?

Ekain siempre ha sido una pieza muy importante dentro de Seiurte aunque no lo parezca. Hemos aprendido con él otro universo musical que nosotros desde aquí no hubiésemos conocido nunca, y ello ha ayudado a que Seiurte sea lo que es hoy en día. Con él hemos conocido cómo funciona este mundillo en otros lugares, desde otras perspectivas y hemos conocido a mucha gente a través de él. Valga como ejemplo Morgan, de quienes nos alegramos del éxito que están teniendo y merecen. Y no hay un motivo concreto por el que sean Morgan los que estén en la canción, tenían que ser ellos, no había otra opción para nosotros.

¿Le tienta ser solista, no depender de nadie?

No, no quiero ser solista. Antes comentaba que en “Atlantida” hubo un cambio de funcionamiento y fue interactuar más como una banda que yo como solista o líder. Desde entonces trabajamos mucho más en común. Gana el grupo y gano yo, que ya no tengo tanta energía para tirar con todo.