GARA
GASTEIZ

Solo una mujer entre los 31 conductores muertos en accidente en la CAV en 2016

La mayoría de accidentes mortales se producen de día y con una carretera en perfectas condiciones y con un varón al volante. Las salidas de calzada han dejado tantos fallecidos como los choques.

Las estadísticas de muertes en carretera de la Memoria de 2016 de la dirección de Tráfico del Departamento Vasco de Seguridad arrojan una serie de cifras significativas en cuanto a víctimas mortales. Según este trabajo, dos de cada tres personas que murieron en las carreteras de Araba, Gipuzkoa y Bizkaia eran conductores, y el resto ocupantes del vehículo y peatones. De esas 31 personas que murieron mientras conducían, solo una es mujer. De hecho, en cifras generales nueve de cada diez personas fallecidas en accidentes de tráfico son varones.

En cuanto al tipo de vehículo, los datos que registran las motos son muy alarmantes, ya que de esos 31 conductores fallecidos, diez eran motoristas. Esta cifra contrasta con el número de motos implicadas en accidentes, pues solo en el 4% de los siniestros hay una motocicleta. Asimismo, a las diez personas que murieron mientras conducían una motocicleta hay que añadir otro acompañante fallecido.

El grueso de los accidentes los registran los turismos, con dos de cada tres. Prácticamente, la mitad de los accidentes se produce entre varios vehículos (47%), sin embargo no fueron estos siniestros los más peligrosos, sino las salidas de la calzada. Este segundo tipo de siniestro supone el 28% del total de cuantos se recogen en la memoria de todo el año pasado, pero ha dejado el mismo número de fallecidos que los choques entre varios vehículos.

El mayor número de fallecimientos en accidentes de tráfico se produce durante el día, con la carretera seca y en buen estado y en jornadas de labor.

Estas cifras no se pueden comparar con las de Nafarroa, pues no se ha publicado un estudio con ese nivel de detalle para todo el 2016. Y el estudio se habría quedado viejo, pues la cadena de muertes de cinco ciclistas en los últimos meses han trastocado cualquier estadística.

Mientras, continúan las imprudencias y ayer la Policía Foral cazó un coche fúnebre a 150 km/h cuando su velocidad máxima permitida es de 90 km/h.