Dabid LAZKANOITURBURU
EL YIHADISMO GOLPEA EN CATALUNYA

Buscan al probable conductor del brutal atropello en las Ramblas

Pese a que se buscaba denodadamente a un yihadista y presumible conductor de la furgoneta que perpetró la masacre en Las Ramblas, el ministro de Interior español, Zoido, dio por «totalmente desarticulada» la célula. El Govern y Mossos d´Esquadra, que lideran el operativo, tuvieron que salir al paso y darle una lección de responsabilidad.

Los Mossos d'Esquadra lideraban el operativo policial abierto para detener a Younes Abouyaaqoub, presentado como el último miembro de la célula yihadista compuesta por una docena de jóvenes –abatidos, muertos o detenidos– y en búsqueda y captura como el presumible conductor de la furgoneta que perpetró el brutal atropellamiento en Las Ramblas, que se saldó con la muerte de 13 personas y un centenar de heridas.

Más aún, el conseller de Interior, Joaquim Forn, explicó que los Mossos d'Esquadra estarían buscando a «dos o tres personas» relacionadas con los atentados de Barcelona y Cambrils (Tarragona) por su presunta vinculación con los hechos.

Forn señaló que los investigadores todavía no tienen «la certeza de la identidad y la localización» del conductor de la furgoneta que arrolló a decenas de personas en la Rambla, y añadió que se han producido varios registros en Ripoll (Girona), como el de la vivienda de un imán. Algunos medios lo identificaron como uno de los dos yihadistas muertos en la explosión accidental del almacén de fabricación de explosivos de Alcanar (Tarragona), donde los Mossos efectuaron ayer nuevas detonaciones controladas.

En un primer momento se apuntó a que el joven de 17 años Moussa Oukabir, abatido en Cambrils, sería el conductor de la furgoneta, pero el mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, ya advirtió el viernes por la noche de que esa hipótesis perdía «fuerza». Por contra, la prensa catalana daba credibilidad a la hipótesis de que Abouyaaqoub, el joven marroquí en busca y captura, fuera el conductor y a la posibilidad de que éste hubiera logrado huir tras secuestrar un coche y matar a su conductor en la Diagonal para desaparecer a varios kilómetros, en la localidad de Sant Just Desvern después de haber arrollado a un control policial.

Pese a que la operación policial seguía abierta, el ministro español de Interior, Juan Ignacio Zoido, no dudó en dar por «totalmente desarticulada» la célula yihadista.

El Govern sale al paso

Las como poco temerarias – cuando no totalmente irresponsables– declaraciones de ni más ni menos que un ministro de Interior causaron profundo malestar en Catalunya. «No quiero contradecir al ministro Zoido ni mucho menos, pero esta es una investigación que se está llevando a cabo desde los Mossos d'Esquadra», recordó el conseller de Interior, quien añadió que el Govern no dará por desarticulada la célula «hasta detallar el paradero de todas las personas que forman parte de ella».

El portavoz de los Mossos d'Esquadra, Albert Oliva, evitó confirmar o desmentir al ministro, pero recordó que es la Policía catalana la que lidera la investigación. «De la misma manera que cuando se produjo el atentado fueron los Mossos d'Esquadra el cuerpo que dio la primera información y somos los que estamos dando la información, seremos nosotros los que concluiremos el resultado final de la investigación cuando consideremos que la célula esté totalmente desarticulada», sentenció. Así, tras insistir en que son los Mossos los que lideran la investigación, en un trabajo, eso sí, «conjunto y coordinado» con la Policía española y la Guardia Civil, Oliva fue aún más explícito en su implícita desautorización al ministro español y recordó que la posibilidad de que se produzca un nuevo atentado «no se descarta nunca». Y menos, por tanto, cuando apenas habían transcurrido 36 horas del atropello en Cambrils.

El Ministerio de Interior español tuvo que salir al rescate de su titular y reiteró, recurriendo a uno de esos galimatías que han hecho famoso al presidente español, Mariano Rajoy. A saber, la célula yihadista «como grupo organizado ya no existe».

Nivel 4 con refuerzos

El «locuaz» Zoido hizo estas declaraciones después de presidir la reunión extraordinaria de la «mesa de evaluación de la amenaza terrorista» y que decidió mantener el nivel 4 de alerta aunque reforzando las medidas de seguridad en zonas turísticas e infraestructuras.

Pese a que no se elevó a 5 el nivel de alerta, lo que habría supuesto la aparición en las calles de militares españoles (como en el Estado francés), el Gobierno español ha ordenado reforzar la presencia policial en lugares o eventos con afluencia masiva de gente –los Mossos d'Esquadra ya han anunciado que lo harán en los estadios del Camp Nou y Montilivi (Girona)–.

Más aún, el «tranquilo» ministro de Interior español considera ahora «conveniente» que los ayuntamientos instalen bolardos o maceteros en puntos o cruces de alto riesgo.

Asimismo, su Ministerio ordenó intensificar los controles fronterizos con el Estado francés. En ese contexto, la Policía española informó el viernes a las autoridades francesas del paso de una kangoo blanca por la frontera y fuentes de la investigación no descartaban que los atentados hubieran sido pilotados desde el Estado francés –sin descartar Marruecos, por la procedencia de buena parte de los yihadistas–.

Finalmente, el ISIS se atribuyó en un mensaje a través de la red de mensajería Telegram los atentados de Barcelona y Cambrils contra los «cruzados y judíos». Atentados que se han saldado con 14 víctimas mortales y 126 heridos, de los que 65 seguían hospitalizados –17 en estado crítico y 28 graves–.

Siete de los yihadistas murieron –cinco abatidos en Cambrils y dos en la explosión de Alcanar–. Otros cuatro presuntos yihadistas están detenidos. Abouyaaqoub era ayer el hombre más buscado. ¿Pese a Zoido?

 

El ISIS reivindica un apuñalamiento en Siberia un día después de otro similar en Finlandia

El Kremlin guardaba silencio después de que el que el Estado Islámico (ISIS) reivindicara como un «soldado del califato» al hombre que hirió ayer con un cuchillo a ocho personas en la ciudad siberiana de Surgut antes de ser abatido por la Policía.

Tras afirmar en un comunicado que el atacante fue identificado como «un vecino de la ciudad nacido en 1994», el Comité de Instrucción (CI) de Rusia se había limitado a señalar que el atentado no estaba entre sus versiones prioritarias de lo sucedido y que investigará el historial médico del agresor para averiguar si sufría alguna enfermedad siquiátrica.

Mientras, medios de comunicación rusos ponían dos nombres distintos al agresor, ambos de origen musulmán. Para algunos era Bobichel Abdurajmánov, oriundo de Asia Central. Para otros Artur Gadzhíev, un joven procedente de la república de Daguestán, en el conflictivo Cáucaso Norte. El padre de Gadzhíev era vigilado por las fuerzas de seguridad por sus ideas salafistas.

Las autoridades sanitarias de la autonomía rusa de Janti-Mansiysk, de la que es capital la ciudad de Surgut, informaron de que cuatro de los siete heridos estaban en estado grave.

El ataque se produjo al día siguiente de otro similar en Finlandia, donde varias personas fueron acuchilladas. La Policía finlandesa confirmó que el ataque que tuvo lugar el día anterior en la ciudad de Turku, donde un joven marroquí de 18 años y solicitante de asilo armado con un cuchillo apuñaló a varias personas causando dos muertos y ocho heridos, está siendo investigado como un acto de «terrorismo».

El agresor, en el hospital tras recibir un disparo en la pierna, atacó a los viandantes en pleno centro de la ciudad con un cuchillo de grandes dimensiones, aunque la Policía sospecha que eligió preferentemente a víctimas femeninas. «Su objetivo primordial fueron mujeres. De las diez víctimas, ocho son mujeres y los únicos dos hombres heridos fueron atacados por intentar ayudar a las mujeres o detener al agresor», dijo la portavoz policial Krista Granroth. Las dos muertas son una mujer de 67 años y una adolescente de 15. El ataque no había sido reivindicado.

La Policía arrestó durante la noche del viernes en un piso de Turku a otros cuatro marroquíes que estuvieron en contacto con el agresor y actualmente investigan si tuvieron algo que ver con el ataque. GARA