Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Marijaia reina en una «ciudad de acogida» donde «nadie es ilegal»

Marijaia es ya reina y señora en una villa entregada a la juerga durante nueve intensas jornadas después de un vibrante txupin que tuvo como protagonista absoluta a la pregonera. Nati Ovelleiro pronunció un pregón que encadiló a las miles de personas reunidas en torno al teatro Arriaga. La integrante de Ongi Etorri Errefuxiatuak agradeció al Botxo por «abrir tus puertas» para que sea una «ciudad de acogida, no solo en fiestas» donde «nadie es ilegal».

Bilbo disfruta de su Aste Nagusia después de un txupin intenso y reivindicativo, marcado por un pregón repleto de mensajes que entusiasmó verso a verso a las miles de personas reunidas en El Arenal. Cinco minutos antes de la hora prevista para el arranque festivo, la pregonera, Nati Ovelleiro, acompañada de la txupinera, Ane Ortiz, y la presidenta de la Comisión Mixta, Itziar Urtasun, se asomaron a la balconada del Arriaga, siendo recibidas con aplausos.

Para entonces, el olimpo festivo estaba a rebosar y la parroquia entregada a la jarana, aunque sin olvidar reivindicaciones como las de los presos, la lucha contra las agresiones sexistas, la abolición de las corridas de toros y el maltrato animal, la realidad de los desahucios o la solidaridad con Catalunya.

No se anduvo por las ramas la integrante de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak. Ovelleiro recordó a «quienes no han estado y querían venir», acompañado de un abrazo para el pueblo catalán. Rechazó fronteras y alambres, reivindicando poco después «más conciertos y menos concertinas, más rimas y menos minas, besos, caricias, ternura... pongámonos finos y finas pero agresiones no. Ni un susto más en las esquinas».

Ovelleiro criticó la ley morzada y recordó al «migrante, parada, mantero, desahuciada, ecologista, estudiante, comparsero, encarcelada». Agradeció a Bilbo por ser «ciudad de acogida, no solo en fiestas» y se preguntó «¿cómo aceptar fronteras y leyes funestas? Cuando nuestro pueblo tiene unas impuestas».

Incidió en que no importa el origen, el género o la piel, en una ciudad que recibe con los brazos abiertos como Marijaia. «Senegal, Siria, Ecuador, Nigeria, El Salvador. Hay sitio para todos en Bilbao y nadie es ilegal», insistió la pregonera.

La intensidad del mensaje sacudió a los presentes, que respondieron uno a uno a cada una de las proclamas. Así, el cohete lanzado por la txupinera casi no se oyó al detonar en un cielo cada vez más despejado. La temperatura había subido muchos grados y no precisamente por los rayos de sol. ‘‘Badator Marijaia˝ sonó una y otra vez para dar paso a la kalejira de apertura de las txosnas después del preceptivo agurra a Marijaia, la protagonista principal.